La decisión fue unánime. La nueva junta médica, conformada para analizar los estudios forenses realizados al cuerpo de Angeles Rawson, entendió que es necesario exhumar el cuerpo de la víctima para avanzar en la investigación y obtener las pruebas que permitan establecer cómo y cuándo murió; y si fue o no abusada sexualmente.
Fuentes judiciales indicaron que la medida se llevará a cabo mañana por la mañana, en el Cementerio Jardín de Paz de Pilar, donde descansan los restos de la joven, que apareció muerta el 11 de junio pasado en el predio de la Ceamse de José León Suárez. Los voceros estimaron que el cadáver será trasladado a la morgue judicial en horas de la tarde. Allí los peritos revisarán una serie de traumatismos y lesiones que presenta la víctima en la columna, aunque también se verificarán todos los estudios médico-legales ya efectuados.
Cuando se hizo la autopsia, se preservaron algunas partes del cuerpo, como el block pélvico (con todos los genitales) ante posibles dudas. Sin embargo, las discrepancias sobre las fracturas en la columna obligaron a volver a ver el cadáver.
Esta nueva junta médica está conformada por peritos designados a propuesta de las partes y peritos oficiales especialistas en tanatología, ginecología, traumatología, clínica médica, neumonología, anatomopatología y diagnóstico por imágenes, cuya integración y coordinación había sido encomendada al decano del cuerpo médico forense por el juez Ríos. “No hubo disidencia. La decisión de la exhumación fue una postura conjunta de todas las partes”, explicó el perito por parte de la defensa, Adolfo Méndez.
El juez Javier Ríos pidió la conformación de esta junta para esclarecer 72 puntos. Los más importantes apuntan a establecer “cuál fue el mecanismo de acción o producción y agente causante de cada una de las lesiones que presentaba la víctima” y que los peritos indiquen “cuáles fueron vitales (en vida) y cuáles post mórtem; si existen lesiones atribuibles a un accionar humano de por sí o valiéndose de algún elemento” y si son “compatibles con un mecanismo de compresión; si existe alguna lesión susceptible de causar un estado de inconsciencia en alguna de sus formas; las fracturas presentes en el cráneo son compatibles con mecanismo de compresión o compatibles con un golpe” y si “fueron producidas en vida o después del fallecimiento; si se pueden evidenciar signos de lucha” entre la víctima y el victimario, además de que si se puede concluir en que existieron o no “signos vinculados a estrangulamiento, con un lazo o de forma manual”.
Estas dudas coinciden con las planteadas ante la conformación de la primera junta médica para determinar la causa de la muerte, pero sus miembros no pudieron arribar a una conclusión unánime, lo que derivó en la constitución de esta nueva junta con un pedido expreso de parte de Ríos: excluir a Héctor Konopka, el médico oficial que realizó la autopsia, en la que concluyó que Angeles murió el día de su desaparición (10 de junio) por compresión en la compactadora.
Según fuentes judiciales, los expertos tienen plazo hasta el 26 de agosto para elevar el informe definitivo. A todos estos interrogantes, el juez Ríos sumó dos cuestiones importantes: si existió abuso sexual y si la chica estuvo en estado de inconsciencia. La defensa del único imputado, Jorge Mangeri, coincide con el informe de Konopka, pero los peritos contratados por el padre de la adolescente disienten en algunos aspectos y sospechan de un intento de abuso sexual.
En la edición del 3 de agosto, PERFIL anticipó los puntos que los forenses no habían resuelto y las contradicciones en las conclusiones del primer informe. Consultado por este diario, el perito Miguel Maldonado se había lamentado porque “no se tomaron muestras de tejidos para determinar el carácter vital o post mórtem de cada una de las lesiones”. “Esto hubiera sido de importancia y hubiera permitido descartar que la causal de muerte fue por aplastamiento en la compactadora del camión que llevó el cuerpo”, entendió. La decisión de la nueva junta médica terminó dándole la razón.
