Sanz viajó a Europa para descansar y regresó quebrado. Si algo necesitaba este dirigente radical después de una campaña que no le dejó grandes recuerdos era un viaje familiar, lejos de los sinsabores propios de la vorágine electoral y sin sobresaltos. Así fue como el senador armó las valijas y partió hacia Europa en tren de distensión. Luego de unos días en España, un descansado Ernesto Sanz recaló en Londres para continuar con su plan turístico. Allí, entre visitas a lugares históricos y paseos en los tradicionales buses rojos pudo finalmente desentenderse de la política vernácula. Sin embargo, un contratiempo lo dejó literalmente mal parado. Segundos antes de descender de uno de los clásicos buses de doble piso, el senador sufrió el escarmiento de tanta distensión. En una inesperada maniobra, el conductor del micro pisó con decisión el freno y Sanz, que estaba distraído, rodó con su robusta humanidad por la estrecha escalera. Llegó al último escalón desarmado y con más vergüenza que dolor. Pero con el paso de las horas el golpe empezó a dejar consecuencias y el mendocino necesitó de la opinión de un profesional. Fisura de costilla, le dijeron –en inglés– cuando todavía tenía por delante diez días de vacaciones en el Viejo Continente. De vuelta en el país, su situación empeoró. Y también el diagnóstico: la radiografía mostró que las costillas rotas son dos, y eso explica el ajustado vendaje que usa, sumado a un molesto dolor que lo tiene a maltraer.
Adios al país. En una semana plagada de eventos diplomáticos, el más emotivo fue el que se realizó en la embajada de Suecia por el Día Nacional. Entre lágrimas, la embajadora, Britt Charlotte Wrangberg, anunció el cierre de la representación en Argentina: “Se va la embajada, pero se quedan el sentimiento, las empresas y la Cámara de Comercio”, confirmó ante un puñado de colegas presentes.
Presencia interesada. Juan Carlos “Pete” Kreckler terminó con la sistemática inasistencia de funcionarios de la Cancillería en eventos diplomáticos. Días atrás, al ex cónsul en Miami se lo vio en el festejo por el Día Nacional de Rusia. Dicen que estuvo recabando información de su próximo destino como embajador.
Varado en Madrid. Días menos relajados tuvo Luis Kreckler, hermano de Juan Carlos y, dicen, uno de los hombres más temidos dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde España, intentó varias veces regresar al país pero las cenizas por el volcán Puyehue provocaron la cancelación de todos los vuelos y el funcionario seguía –al menos hasta el cierre de esta edición– varado en el aeropuerto.
Salida nocturna. Además de ser el restó de moda, Gardiner es el templo de los que quieren ver y ser vistos, en especial los días jueves. Los jueves es cita obligada para los que después desembocan en Tequila. Pero el miércoles pasado, un impecable Ricardo Rubén Depresbíteris llegó al lugar acompañado y se ubicó en una discreta mesa del lugar.
Segunda vuelta. El hombre quiso ser candidato a concejal por el PRO en 2009 –incluso llegó a abrir un local partidario en General Rodríguez– pero Mauricio Macri terminó bajándole el pulgar. Ahora, superados los problemas judiciales, el empresario Hernán De Carli, que había quedado envuelto en la causa del triple crimen, evalúa por estos días competir en la interna del Frente para la Victoria como candidato a intendente de ese distrito.
Ausente sin aviso. El driving urbano de Puerto Madero no sólo está de moda sino que, además, cada vez convoca de forma más variopinta. Con Carlos Tevez a la cabeza, una horda de futbolistas recaló en el lugar para la disputa de un minitorneo de golf. Javier Castrilli también estuvo presente. Retirado del fútbol, el ex árbitro ya no saca tarjetas rojas, aunque todavía espanta gente. Según se comentó en el lugar, otro de los invitados del día era nada menos que Máximo Kirchner, pero prefirió excusarse debido a la presencia de cámaras y del ex árbitro, transitoriamente enemistado con todo lo que lleve la letra K.
La caja de Pandora. No todos se soprendieron de que apareciera una larga lista de cheques rechazados y pagos pendientes por parte de los Schoklender: un profesional que hace algunos años hizo un trabajo para los hermanos en el bar que ellos regenteaban sobre la calle Defensa recordó la golpiza que recibió cuando pretendía cobrar por sus servicios. El bar se llamaba Los 70, y por allí se veía seguido al menemista y luego ibarrista Enrique Rodríguez, titular por entonces de la Corporación Sur.
¡Salven al nene! Él quiso darle una mano a su madre y se subió al escenario del salón del Alvear Hotel para tomar la posta en un remate de un collar. Gastón Parisier, mago de hobbie y socio en una pyme de regalos empresarios, puso lo mejor de sí para llevar ese objeto a una cifra superior a los cinco mil dólares. Quizá por la hora, ya se habían retirado varios de esos invitados –casi siempre son los mismos cinco o seis, no más– que en cenas filantrópicas como la de Make-A-Wish alivian al rematador de ocasión pujando entre ellos hasta llegar a un número atractivo. Ante la situación, fue Guido Parisier quien ofertó tres mil dólares para salvar a su hijo. Por momentos el silencio dominó el salón y nadie se animó a subir ni cien dólares más hasta que el empresario farmacéutico Marcelo Figueiras puso 500 más y se quedó con el collar que minutos después lució su pareja, la diputada María Laura Leguizamón.
Vendetta. Se tomaron su tiempo y quizá siguiendo aquello de que la venganza es un plato que se sirve frío, los italianos de Telecom Argentina, de manera apenas sutil, se van desprendiendo de a poco de aquellos directivos que en tiempos no tan lejanos se probaban con disimulo la camiseta de los Werthein con la tranquilidad de que los poderosos empresarios se quedarían con el control de la compañía. En esos puestos y quizá también para asegurarse fidelidad, prefieren y eligen gente de apellido y, sobre todo, de nacionalidad italiana.
Gallinas... tristes. El cumpleaños era de ella pero más de la mitad de los invitados estaba atenta al partido de River. Teresa González Fernández celebró un nuevo natalicio en su departamento de Recoleta con familiares y amigos que, nobleza obliga, pusieron energía para cantar el Feliz cumpleaños, aun cuando el resultado del equipo millonario le desdibujó la sonrisa.
Camino a la TV. Quien prepara un ciclo de entrevistas con pensadores y gente de la cultura internacional es Jorge Coscia. El actual secretario de Cultura nacional quiere incursionar en la pantalla, haciendo reportajes cara a cara y mesa de por medio en una nueva señal de cable que no será la del Incaa.
Casting en TN. El ex dream team de Telefe, Fernanda Llorente y Claudio Villarruel están abocados a la formación final del staff de la señal de TV que tienen a cargo con el respaldo financiero de Electroingeniería. La emisora funciona en Palermo Hollywood y han entrevistado a algunos periodistas de TN para convencerlos de sumarse al equipo de noticias.
Sin dinero para festejo. Cuestión de presupuesto; ésa parece ser la justificación de que este año, la sede porteña de la Embajada de Estados Unidos no celebre como es su costumbre su fiesta nacional el próximo 4 de julio. El presupuesto es lo que preocupa a dicho país a nivel global y hay que poner en práctica la austeridad.
Ni con avión propio. Las cenizas del volcán chileno Puyehue no sólo generaron problemas a las compañías aéreas. Incluso aquellos afortunados que disponen de su propio avión privado padecieron las restricciones al tráfico aéreo. Tal fue el caso del empresario ultrakirchnerista Cristóbal López, quien quedó varado en la localidad chubutense de Comodoro Rivadavia porque la terminal aérea local canceló todas sus operaciones.
Y sigue dando vueltas... Posiblemente las últimas dos semanas en la vida de Carlos Corach hayan tenido más adrenalina que los últimos doce años. Es que tras su salida del gobierno de Carlos Menem, el ex ministro del Interior nunca había tenido tanta exposición como por estos días, en los que, en tren de promocionar sus memorias, recala en cuanta nutrida mesa encuentre. Su derrotero lo llevó a la UCES, donde encontró viejos amigos y dejó frases inesperadas. Luego de hablar de su libro, Corach dedicó elogios para Frondizi y Menem a quienes definió como “grandes estadistas” que le “permitieron colaborar en sus gobiernos”. También reivindicó el rol de Raúl Alfonsín en la Reforma Constitucional de 1994, ante un variopinto auditorio que también tiene tiempo para deambular: “Tata” Yofre, Ana Kessler, Jorge Hugo Herrera Vegas, Julio Bárbaro, Jorge Enríquez, Mariano Caucino y Alicia Pierini, además de la familia completa de Corach, su esposa Juanita y sus hijos, incluido Maxi, candidato a “alcalde” PRO en Palermo.
De tanto hablar... No siempre prevenir es mejor que curar. Al menos, eso pensará la diputada Paula Bertol, que en su lucha para que se aprobara la Ley Antitabaco se la pasó hablando de los riesgos del tabaquismo. Y tanto habló en su frenética recorrida por los medios que, aún sin probar un cigarro alguno, terminó en la cama por tres días, con la garganta malograda y sin voz.
La Recova, tomada. Una larga fila de personas ocupó la zona de la Recova, pero no se trataba de una rebaja en el precio de los menúes de los restaurantes que allí se ubican sino de que en Zurbarán se presentaba el pintor Eduardo Mac Entyre, creador del movimiento generativo o geométrico, hace cinco décadas. Soportando estoicos el frío se pudo ver a Eduardo y Susana Menem. También a Diego Guelar, quien se lamentaba de no tener una de esas obras como sí tiene Raul Valdez Fauli, un abogado allí presente, pero con base y en colección de arte latinoamericano en Coral Gables. Por su parte, Jorge Asís acaparó la atención al arrogarse novedades sobre el affaire de la fundación de las Madres de Plaza de Mayo que repartió entre finger food y copa de champaña.
Cóctel diplomático. En el mismo espacio, pero casi sin dialogar, coincidieron Mauricio Macri y Francisco de Narváez. Los candidatos se mezclaron entre la nutrida concurrencia y, luego del saludo protocolar, casi no volvieron a cruzarse en la celebración del Día Nacional de Italia. “El Colorado” aprovechó la ocasión para saludar a algunos y conocer a otros embajadores, mientras que Macri se cerró en círculo con personajes de su gestión, como Fulvio Pompeo, “Pancho” Cabrera, Oscar Moscariello, Julián Obiglio y Pablo Garzonio. Afuera de ese “club” quedó una ex PRO, Cynthia Hotton, que encabeza la primera y única lista colectora que no colecta, pues no tiene candidato a jefe de Gobierno porteño. Entre empanaditas, cazuelas con guiso de lentejas y penne a la bolognesa, el anfitrión, Guido La Tella, mencionaba eufórico en su discurso la buena salud de la que gozan las relaciones bilaterales. Gran presencia de embajadores –y sorpresa por las ausencias de Rafael Estrella y Shan Morgan– como también de personajes del establishment. Algo enojado se mostró Guillermo Nielsen, aunque nadie supo el motivo.
Bocha y accidente. Discreto cóctel organizó en la Auditoría porteña la ex legisladora Sandra Bergenfeld, con el fin de celebrar su cumpleaños con allegados. Además de los habituales diálogos políticos, hubo quienes prefirieron hablar de polo y no porque estuvieran interesados en ese deporte, sino porque no dejaron pasar la oportunidad para gastar al vocero de la auditora, Juan Pablo Biondi, quien ha incursionado con más agallas que talento en ese hobbie y días atrás tuvo el detalle de embestir una bocha con su rodilla, lo que lo dejó de cama casi una semana.
Homenaje y análisis. El restaurante del Club Vasco Gure Etxea tuvo su noche peronista a mitad de semana: una populosa cena en homenaje al histórico dirigente Mario Granero, que reunió a referentes de las vertientes más variadas del justicialismo. Estaban, por ejemplo, el superintendente General de Seguros, “Paco” Durañona y Vedia, Carlos Campolongo, Osvaldo Agosto, Rafael Delpech y el organizador, Guillermo Piuma. Las anécdotas sobre Granero fluían, como así también análisis de lo más variado sobre el escenario político y fue así que hasta se especuló con que si la Presidenta va a la reelección, Eugenio Zaffaroni ocuparía un lugar importante (¿vice?). Uno de los que se sumó sobre el final fue el salteño Juan Manuel Urtubey, que comentaba que venía de participar de un cabalgata en su provincia en honor a Güemes y de liderar, en el Palacio San Martín, un encuentro del Zicosur (Zona de Integración del Centro Oeste Latinoamericano). La cena de marras fue en el primer piso de un petit hotel y eso habilitó alguna confusión entre los asistentes, ya que en ese mismo momento –curiosidades de la noche y de la política local– en el segundo nivel, Carlos Zannini cenaba con amigos.