La Subsecretaría de Emergencias porteña suspendió momentáneamente la demolición del edificio de Bartolomé Mitre al 1200 que se derrumbó parcialmente el viernes último, debido a las condiciones en que trabajarían los operadores durante la noche, pero adelantaron que retomarán las tareas durante la mañana del lunes. Mientras tanto, el sindicato de obreros de la construcción, UOCRA, se movilizará hacia la Jefatura de Gobierno porteño para reclamar "seguridad y control" sobre las obras.
Si bien ya habría pasado el peligro de derrumbe, la situación que fue calificada por el el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro como una "tragedia", mientras era buscado uno de los vecinos denunciado como desaparecido por su familia.
Durante la mañana del domingo, un hombre denunció a la Policía y al Gobierno de la Ciudad que su padre, Isidoro Madueña, habitante de uno de los departamentos, permanecía desaparecido y dijo que podría estar "debajo de los escombros".
Mariano Madueña pidió que se evitara el derrumbe hasta establecer el paradero de su padre, y criticó a los funcionarios del Gobierno porteño porque "no se cercioraron" de que el viernes, durante la evacuación, no hubiese habitantes en el edificio y no realizaron un censo de las personas que fueron sacadas del lugar ante el inminente derrumbe, explicó la agencia DyN.
Madueña afirmó que su padre, que padece de problemas auditivos, no se comunicó con él ni con otro familiar y añadió que tampoco fue visto en los paradores que el Gobierno porteño dispuso para las familias afectadas.
El subsecretario de Emergencias de la ciudad, a cargo del operativo, Néstor Nicolás, admitió que Isidoro Madueña, de 74 años, pudo haber quedado sepultado el viernes último por los restos del edificio, situado en la calle Bartolomé Mitre 1232. Nicolás estimó que puede haber "siete pisos de escombros" sobre la víctima si efectivamente estaba en su departamento del 3°B, donde vivía, cuando ocurrió el derrumbe.
Una tragedia. Más tarde, el ministro Montenegro advirtió que "es realmente grave" la demolición del edificio del barrio de San Nicolás, calificó la situación como una "tragedia" y aseguró que "lo más importante es la seguridad de los vecinos".
El funcionario consideró que "es una tragedia, hasta el momento tenemos una sola persona desaparecida, no tenemos claro que esté en el lugar" y estimó que "mañana al mediodía" podría tener una "evaluación más clara del lugar". Montenegro explicó que "se está haciendo un apartamiento para que la parte de adelante quede sólida".
El drama de los vecinos afectados. Unas 220 personas debieron abandonar el viernes con lo puesto el edificio y una manzana de la zona, momentos antes de que se derrumbara la parte de atrás de la estructura afectada. Muchos de los damnificados permanecían en los alrededores, a pesar de que el Gobierno ofreció alojamiento y asistencia en comedores.
En declaraciones a la prensa, Montenegro afirmó que "lo más importante es la seguridad de los vecinos y hasta que los expertos no nos digan que los vecinos pueden entrar sin ningún riesgo, no lo vamos a permitir" y reiteró que hay "una investigación judicial, los expedientes están a disposición del Tribunal".
La demolición de al menos una parte de lo que resta del edificio semiderrumbado el viernes último en el barrio porteño de San Nicolás, que comenzó esta tarde, constituía una "acción de cierto riesgo", según admitieron las autoridades de la ciudad.
"Ya cayó el bloque más grande", indicó Nicolás, y añadió que el proceso "va a asumir un cierto tiempo, estamos siendo muy cuidadosos". En declaraciones a los canales C5N y Todo Noticias, el funcionario porteño detalló que la demolición será "lenta y cuidadosa".
El subsecretario de Emergencias porteño admitió que se trata de un "acción de cierto riesgo", ya que una grúa comenzó a golpear "desde arriba hacia abajo" para quitar la parte del edificio que corre mayor riesgo de derrumbarse.