Durante los días previos al recital que Carlos “El Indio” Solari dio ayer en el Hipódromo de Tandil, la ciudad no habló ni respiró otra cosa que no sea la llegada de miles de fanáticos, estimados en unos 70 mil, que lograron reencontrarse con su ídolo después de una ausencia de dos años en los escenarios.
Y cuando pasadas las 21 subió al escenario con su banda, Los fundamentalistas del aire acondicionado, la noche fue puro rock y pasión.
Varios meses antes, propietarios de cabañas y hoteles de la ciudad anunciaron que tenían su capacidad agotada, dato celebrado por los empresarios del sector y que además generó imprevistos. De hecho, el martes la Dirección de Turismo del municipio advirtió que fueron detectados casos de estafas virtuales de las que fueron víctimas personas que se disponían a visitar la ciudad. Se constató que a través de Internet se ofrecía alojamiento en un inmueble inexistente, con fotografías y referencias de una cabaña típica tandilense, pero en realidad se quedaban con la seña bancaria.
Muchos turistas ocasionales debieron hospedarse finalmente en ciudades de la zona como Azul, Rauch, Benito Juárez, Olavarría, y Mar del Plata, todas ubicadas en un radio de 200 kilómetros hacia el centro y la costa bonaerense desde las sierras tandilenses.
Martín, de Bahía Blanca, contó con orgullo el éxodo que protagonizó con varios amigos. “Salimos a la madrugada y, por suerte, llegamos con tiempo para comernos un asado tranquilos. Ahora enfilamos para el recital y después nos volvemos”, contó emocionado.
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