SOCIEDAD
Un grupo arrib a Ezeiza tras la odisea del crucero

El relato de una argentina: "Caramba, esto fue como el Titanic" y "el capitán estaba enfiestado"

La jueza mendocina María Inés Lona tuvo que nadar hasta tierra firme. Qué pensó durante su rescate. El caos en medio de la desesperación. Fotos.

María Inés Ávalos, sobreviviente argentina al hundimiento del Costa Concordia, en su arribo a Ezeiza.
| Captura TN

El primer grupo de turistas argentinos que sobrevivieron al naufragio del crucero "Costa Concordia" en el mar Tirreno, en Italia, regresó este lunes al país. La jueza mendocina María Inés Lona de Ávalos, quien se salvó al arrojarse al agua y nadar hasta un peñasco, fue una de las pasajeras que retornó al país luego de la odisea y denunció que el capitán "estaba enfiestado con mujeres y tomando" bebidas alcohólicas.

Además, la magistrada aseguró que el hombre que estaba al mando de la nave "se fue primero y nunca dio un mensaje" a los pasajeros, al tiempo que resaltó que, para tener una dimensión cabal de lo ocurrido, "hay que mirar de vuelta" la película "Titanic", al referirse a la tragedia que dejó al menos seis muertos y 15 desaparecidos.

Lona remarcó: "El capitán, de terror. Yo no me di cuenta qué estaba pasando. En un momento, quedamos 80 turistas esperando ser rescatados. Nos abandonaron. Tuve que nadar, eran 60 metros, mi temor era que el agua junto al barco me chuparan para abajo".

Y añadió: "Cuando llegué a una roca, subí en cuatro patas. Caminamos 150 metros entre la maleza. Nadie nos ayudaba. Ahí me di vuelta y pensé: 'Caramba, esto fue igual al Titanic'".

"Otros pasajeros que estaban en el buque dijeron que (el capitán) estaba muy enfiestado con mujeres y tomando (bebidas alcohólicas)", denunció a la prensa en el aeropuerto internacional de Ezeiza Lona, de 72 años, quien sobrevivió luego de arrojarse al mar y nadar "entre 50 y 60 metros" en agua "muy fría" hasta "un peñasco".

En tanto, su hija, María Silvina Ávalos, -que cuenta con una incapacidad motriz- comentó: "Nos mintieron durante 40 minutos. Me bajó un hindú desde el piso 11 hasta el 4º. Me alzó como una bolsa de papa. Y luego me tiró al piso. Mi hermana estaba intentando que no me pisen. Finalmente, me subió un italiano que no era personal de Costa".