Empleados del Casino Flotante de Puerto Madero y apostadores f ueron trasladados hoy en catamarán hasta una de las naves en las que funcionan salas de juegos de azar, para evitar eventuales incidentes con los trabajadores despedidos que acampan en las inmediaciones.
En tanto, delegados de los ex empleados adelantaron que denunciarán en el Ministerio de Trabajo el transporte en embarcación, al considerar que se trata de una "metodología riesgosa e ilegal, porque no está contemplada en el Convenio Colectivo" laboral.
Además, mientras la compañía Casino de Buenos Aires sostuvo que trabajó hoy "un 60 por ciento" del personal, los representantes de los manifestantes expresaron que cumplió tareas laborales sólo un "7 por ciento".
"La compañía puso en funcionamiento dos catamaranes, en los cuales fueron trasladados empleados y clientes hasta las salas de juego", dijo la gerenta de Marketing, María Laura Ríos.
El personal y los apostadores ascendieron a las embarcaciones en la peatonal Caminito, del barrio porteño de La Boca, y viajaron hasta el buque "Estrella de la Fortuna", una de las dos naves en las que se explotan juegos de azar.
Ríos explicó que, desde esa embarcación, los apostadores que quisieron entretenerse con las tragamonedas pasaron luego al buque "Princess", en el que están instaladas esas máquinas.
La gerenta de Marketing remarcó que "asistió el 60 por ciento de los empleados", para sostener después que "las salas de juego funcionaron a un 10 por ciento de su capacidad".
Por su parte, Gastón Platowsky, delegados de los trabajadores despedidos, dijo que "sólo el 7 por ciento del personal" cumplió con sus tareas laborales y el resto permaneció en las inmediaciones de las dos embarcaciones, en Plaza de Mayo y frente a la Catedral Metropolitana.
Observados desde pocos metros por decenas de efectivos de Prefectura Naval, trabajadores despedidos continuaron apostados en el cruce de la avenida Elvira Rawson de Dellepiane y Costanera Sur, mientras otros permanecieron en la intersección de esa avenida con Brasil.
Por su parte, otro grupo de ex empleados siguió en Plaza de Mayo, en tanto que dos trabajadores despedidos mantuvieron sendos ayunos frente a la Catedral Metropolitana, donde permanecen encadenados a una columna desde la mañana del viernes.
Con respecto al operativo de la Prefectura Naval, Víctor Kivensky, delegado de ex empleados, opinó que hay "un mini estado de sitio en Puerto Madero".
En declaraciones al canal Crónica TV, consideró que los efectivos están "a disposición de Cristóbal López", uno de los propietarios de la compañía que explota las salas de juego, para estimar luego que "el conflicto se está dilatando porque hay un interés político y económico importantísimo detrás".
Fuente: DyN