La avioneta Mitsubishi matrícula LV-MCV, que había desaparecido el lunes 24 de julio a seis minutos de haber despegado -a las 14:30- desde el aeropuerto de San Fernando, fue hallada en la tarde de ayer. Según los encargados de la búsqueda encabezada por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), uno de los radares submarinos detectó restos de la cola de un avión en el Delta del Paraná, donde era buscado desde entonces.
Al cierre de esta edición, las autoridades de la ANAC se dirigían al lugar, a unos 40 kilómetros en línea recta de Zárate, y a unos 60 del aeropuerto internacional de San Fernando, de donde había salido y donde aguardaban los familiares de los tres tripulantes.
Según fuentes involucradas en la búsqueda, durante la tarde de ayer se produjo una bajante en el río, en la zona de Paraná Guazú, donde el lecho oscila unos dos metros. Un piloto de patrullaje divisó chapas en el agua y manchas de aceite durante un vuelo de rastrillaje, y avisó a las autoridades, que enviaron un helicóptero para poder bajar a la zona del hallazgo, de difícil acceso por la vegetación. La zona ya se había rastrillado, pero como el avión habría caído en un pozo donde hay agua, no se había detectado.
Quienes viajaban al momento de la desaparición eran el hijo del dueño de la aeronave, Matías Aristi, junto a Matías Ronzano y Facundo Emanuel Vega, ambos oriundos de la ciudad de Lincoln. Hasta el cierre de esta edición, aún no había confirmación sobre el hallazgo de ninguno de los tres tripulantes. La avioneta tenía como destino Las Lomitas, en Formosa, pero cuando sobrevolaba el río Paraná se perdió el contacto con la aeronave. El avión era propiedad de la empresa Aibal SA, radicada en Bragado y que se dedica a los servicios agropecuarios.
De acuerdo con la última comunicación con la torre de control, la aeronave habría tenido un desperfecto, por el que solicitaba permiso para retornar. “Estamos a 7,5 millas de San Fernando”, se lo escuchaba decir al piloto hablando con la torre de control, que le respondió que “no aparecen en la pantalla del radar” y que tras algunos intentos por solucionar el problema, le ordenó: “Le voy a tener que pedir que regresen”.
La pesquisa sobre la ubicación de la aeronave fue coordinada durante casi un mes por el Centro de Operaciones de Búsqueda comandado por la ANAC, con las actividades de rastrillaje por aire, agua y tierra. También participan cuerpos especializados de Prefectura Naval, la Gendarmería y de la Armada Argentina.
La ANAC sumó también al equipo de búsqueda, que incluyó a unas 60 aeronaves, a un equipo de profesionales encabezados por el técnico español experto en geofísica Luis Avial y su empresa Falcon High Tech, que colaboró con el gobierno español en la búsqueda y localización de más de 90 fosas comunes de la guerra civil española, la búsqueda y localización de enterramientos de soldados españoles de la Segunda Guerra Mundial y armamento español de la Segunda Guerra Mundial, además de la búsqueda y localización de enterramientos de víctimas.
