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Es sudafricano, le robaron todo y duerme en la calle

Lo asaltaron cuando pasaba sus vacaciones en el país. Perdió su pasaporte y ahora deambula por la ciudad. Duerme en la Reserva Ecológica y a veces en Puerto Madero. Dice que su Embajada no lo ayuda.

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| Jos Romero

Vive en las calles de Buenos Aires, tiene miedo y pesadillas. Sólo habla inglés y conoce pocas palabras en castellano como “cansado”, “comida”, “Puerto Manero” (sic), y “maquinita de afeitar”, ya que así puede mantenerse limpio y pasar como un turista más. Pero no se trata de un vagabundo, sino de un ciudadano sudafricano, que vive en Pietermaritzburg, y que, según dice, es casco azul de la ONU.

¿Por qué duerme en la calle? Según los documentos a los que accedió PERFIL, Lodewyk Johannes Van Der Merwe llegó a la Argentina el 28 de febrero de 2007 vía Air France, en el vuelo 0062193481092 de Delta Airlines, para pasar sus vacaciones y conocer la Patagonia. Pero le robaron todo, incluido su pasaporte y aún no obtuvo un documento para volver a su país natal.

“Todo comenzó en febrero de 2007 cuando, a los pocos días de haber entrado al país, mi mochila fue robada en un recital al que había asistido. La Policía dijo que era imposible recuperarla, y como no había perdido ningún objeto de valor, fui a la Embajada de mi país para hacer la denuncia”. Allí sólo abrieron un expediente con su nombre y la fotocopia de su documento original.

Como consecuencia de la mala imagen que se llevó de la Argentina, decidió trasladarse a Uruguay, donde se desempeñó como guía turístico haciendo cabalgatas.

Fue en diciembre cuando ocurrió el trágico suceso que marcará su vida para siempre. “El 22 de diciembre crucé caminando la plaza grande de Constitución, pero cuatro hombres me robaron todo. Como soy profesional en aikido, pude luchar contra dos, pero uno de ellos me encañonó y desistí porque estaba en riesgo mi vida. Me quedé en short y zapatillas, y tuve que pasar mi cumpleaños, el 24 de diciembre, en la calle”, relató mientras se secaba las lágrimas de los ojos.

“Sólo quiero regresar a Sudáfrica para buscar a mi hija Nevada que tiene 6 años. No sé si quiero seguir viviendo allá, porque me siento triste y desamparado por la Embajada. Están haciendo abandono de persona”, expresó con dolor. Más información en la Edición Impresa.