El abogado de la familia de Débora Pérez Volpin, Diego Pirota, pidió la indagatoria de los directores del Sanatorio de la Trinidad por el encubrimiento del hecho que derivó en muerte de la conductora. La periodista falleció el 6 de febrero de 2018 a raíz de una mala praxis en una endoscopía.
El pedido de indagatoria fue contra los directores Eduardo Cavallo y Roberto Martingano, así como a otros empleados del lugar a raíz del trágico suceso por el cual ya fuera condenado el endoscopista Diego Bialolenkier a la pena de tres años de prisión en suspenso e inhabilitación de siete años para ejercer la profesión.
El reclamo de la familia, querellante en el caso, es que la jueza de instrucción a cargo del expediente cite también a indagatoria a Sebastián Alfredo Cecchi Gallo, quien limpiara el endoscopio utilizado en la práctica trágica de Pérez Volpin; la médica Miriam Eliana Frías, la única testigo que estuvo en el quirófano junto a Bialolenkier y Nélida Puente (esta última la anestesista absuelta en juicio); y Claudia Esther Balceda, quien atendiera a la policía cuando se dispuso el allanamiento en el sanatorio.
La acusación sobre todos ellos fue durante la realización incluso del juicio que tuvo lugar a mediados de año, y tras el veredicto del juez Javier Anzóategui por la causa de la muerte quedaron en evidencia algunas irregularidades que la familia considera que fue una trama de encubrimiento.
En diálogo con PERFIL, Pirota consignó: "Esta es una segunda y nueva causa. El mismo Tribunal del primer expediente hizo la denuncia y nosotros nos presentamos como querellantes en agosto de este año".
"En realidad hay pocas medidas probatorias porque ya están todas mostradas en la primer causa. El director médico, por ejemplo, declaró que aportó el endoscopio, que se comprobó que no fue el que se usó con Débora y también, los listados que estaba adulterados. Con lo cual no hay que probar nada, por responsabilidad médica falleció Débora. Los directivos médicos intentaron encubrir esto, que nunca lo sepamos y echar la culpa a Débora aludiendo una enfermedad preexistente. Eso ya se probó", amplió el letrado.
Abogado de Pérez Volpin: "Los peritajes probaron que el endoscopio no funcionaba"
Una de ellas irregularidades como dijo el abogado a este medio es el posible cambio del endoscopio que se utilizó durante la práctica médica y aquel que se entregó ante la Justicia durante el allanamiento que se llevó en el Sanatorio tres días más tarde. Una pauta de ello es que el número de serie del procesador del endoscopio estaba limado.
El otro punto de sospecha es un informe sobre la medición de registros cardíacos de la paciente que las autoridades del sanatorio brindaron a la Justicia. Un testigo declaró que el mismo fue entregado de forma completa a los directores pero cuando éstos lo derivaron a la Justicia faltaban gran cantidad de páginas, y la familia considera eso indica que Pérez Volpin no estaba conectada al equipo encargado de tomar los registros.
Lo que llegaron hacer, de limpiar la sangre del endoscopio, es como asesinar a alguien y limpiar las huelas digitales, dijo el abogado
"Lo que llegaron hacer, de limpiar la sangre del endoscopio, es como asesinar a alguien y limpiar las huelas digitales. Ahora queremos que los indaguen y se los pueda condenar por falso testimonio y encubrimiento. Si esto lo hubiéramos probado y tenido en cuenta en la primera causa, todos iban presos en el momento", indicó el abogado.
Junto con el pedido de indagatorias, la querella pidió varias medidas de prueba entre ellas que la Dirección General de Aduanas (DGA) informe sobre la existencia de registros de importación del equipo endoscópico que se investiga.
B.D.N./FeL
