SOCIEDAD
Hctor Rubio

Fundó la Asamblea, visitó Botnia y ahora dice que no contamina

Es el primer asambleísta en reconocer públicamente que abandonó la cruzada contra las papeleras de Uruguay después de aceptar una invitación de Botnia para conocer su pastera en Finlandia. Mientras los vecinos de Gualeguaychú lo acusan de “traidor” y le exigen explicaciones por su conversión, él dice que Botnia lo convenció.

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Hctor Rubio, el asamblesta al que Botnia convenci. | Diario Perfil

En la Asamblea de Gualeguaychú aseguran que aún esperan que el ingeniero Héctor Rubio, uno de sus fundadores, regrese a enfrentarlos. Rubio dio un giro en su posición contra Botnia luego de viajar a la planta en Finlandia. Regresó convencido de que Botnia podría no contaminar, ya que “no lo hace en su país”.

Desde la ciudad entrerriana le dijo a PERFIL que “la Asamblea está radicalizada, debido al miedo al cáncer y los punteros de (Jorge) Busti”. “Hoy Gualeguaychú dicta la política de la Cancillería y le dice al mediador español lo que tiene que hacer. Acá no se puede hablar en contra de lo que la Asamblea disponga. Esta lucha se transformó en un partido de fútbol que hay que ganar, aun metiendo el gol con la mano. Hasta les dicen a los chicos en las escuelas que no van a poder tener hijos”, agrega. “Botnia me invitó a conocer la planta finesa y fui a traer información. Pero la Asamblea me echó porque no le pedí permiso”, alega Rubio.

—¿No pensó discutirlo con la Asamblea?
—Hacía seis meses que no iba. No tenía por qué pedirles permiso. Me tildaron de traidor y coimero. En Finlandia la situación es diferente que en Pontevedra, donde esta Ence-a donde Rubio viajó autorizado por la Asamblea en 2003-. En ese entonces volví con una posición radical. Pero en Finlandia no hay olor ni contaminación.
—¿Pero cree que Botnia cumplirá con los sudamericanos como con los fineses?
—Creo que en esta situación le tenemos que creer porque demostró seriedad. Tenemos que sentarnos a discutir. A esta altura de las obras es imposible creer que Botnia va a trasladar la planta. Perdimos la oportunidad de una reubicación porque el Gobierno nacional nos engañó. Cuando todavía no habían puesto ni un ladrillo, el ex canciller (Rafael) Bielsa nos entretuvo dos años pidiéndonos que no fuéramos impacientes.

El asambleísta José Pouler le dijo a PERFIL: “Todavía estamos esperando que venga a dar explicaciones. El se jugó por afuera de la Asamblea. Un día nos enteramos de que Rubio estaba como asambleísta en Finlandia. Eso nos molestó. La empresa hizo propaganda diciendo que ‘los asambleístas de Gualeguaychú están viendo las bondades de la planta’. Y hay otro caso: otro fundador, Horacio Melo, fue seducido por el Gobierno con un puesto en la CARU, donde cobra 3.500 dólares”.


Rubio, que empezó a denunciar a ENCE en 2002, cree que la estrategia de La Haya no funcionará y que el problema “es ambiental, no jurídico”: “Muchas provincias quieren instalar pasteras y no tenemos un marco regulatorio para imponerles condiciones. Viajé a Finlandia con el intendente correntino de Santo Tomé, quien fue a hacer gestiones con el gobierno finés para instalar una planta en su provincia. Nadie los para. Botnia sigue recibiendo materiales y el Gobierno no reacciona”, acusa, y retruca: “Nombrar a (Romina) Picolotti en la Secretaría de Medio Ambiente fue una jugada del Gobierno para intentar desactivar la Asamblea. Mientras tanto, su marido, Daniel Taillant, venía a decirnos que teníamos que cortar la ruta y hacerles la vida imposible a los uruguayos”.

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