Las calles del bajo Belgrano se vistieron este domingo de fiesta. Por sexta vez consecutiva, se celebró el Año Nuevo Chino. La fiesta fue entre las 10 y las 21, con muestras culturales, ferias y todo el calor de la comunidad oriental.
Como todos los años, los visitantes pudieron disfrutar del famoso baile del dragón y encontraron a lo largo de las calles del barrio puestos todas las facetas de la colectividad chino-taiwanesa. Hubo demostraciones de escritura con pluma, stands sobre la religión budista, astrología china, feng shui, mesas de institutos de estudio de idioma chino y los ya tradicionales puestos de gastronomía típica de ese país.
Además, hubo shows de tango con músicos y bailarines argentinos y chinos que buscaron mostrar la integración entre ambas comunidades. Unas 100 mil personas de origen oriental viven en el país, entre chinos y taiwaneses.
“El Año Nuevo chino comenzó el jueves porque se determina a través del calendario lunar. Por definición, es la segunda luna nueva después del solsticio del invierno boreal, que en el calendario es entre 30 y 59 días después del 21 de diciembre, por eso todos los años varía”, explica Carlos Lin (Wen Chen), organizador de los festejos. Cuando la fecha cae un día de semana, el festejo se pasa al domingo siguiente en todos los barrios chinos del mundo. Basta con pasar el arco de mampostería para pasar a otro universo donde se festeja la llegada del año 4709, dedicado al conejo de metal, uno de los 12 símbolos del zodíaco chino.