Superados por el estupor, la bronca y la indignación, los padres de los alumnos damnificados por el cierre del tradicional colegio de Palermo Guido Spano decidieron iniciar acciones legales contra el administrador de la institución, Mauricio Sánchez, y también contra la sociedad que dirigía la escuela, Instituto Guido Spano SA. La denuncia es por defraudación, estafa y para evitar que la situación derive en una quiebra fraudulenta. En tanto, la Justicia ordenó ayer el embargo de todas las cuentas de Sánchez y le impidió salir del país.
Encabezados por Marcelo Dagnillo y Gustavo Spinelli, los padres realizaron ayer un raid que incluyó la presentación en la Fiscalía Nº 19, a cargo de Graciela Bugeiro, y una visita a la Legislatura porteña, donde fueron recibidos por los diputados Gustavo Vera, María Rachid y Virginia González Gass. Y por la tarde, llegaron las novedades. Cerca de las 17 la Policía realizó un allanamiento en la escuela y más tarde, el juez Hernán López –a cargo del Juzgado de Instrucción 1– dictó un embargo preventivo de 1,5 millón de pesos contra Mauricio Sánchez y además le impidió la salida del país.
Los damnificados buscan, además, evitar que se demuela el edificio de la calle Billinghurst 1355. Sin embargo, según indicaron a PERFIL fuentes de la Legislatura, el inmueble no cuenta con ningún tipo de protección patrimonial. “El pedido se hizo pero fue rechazado por la Camara de Preservación Patrimonial de la Ciudad (CAP)”, explicaron.
“Fue una sorpresa desagradable. Nunca sospechamos que podía ocurrir algo así y nunca desconfiamos del colegio donde mandamos a nuestros hijos”, señaló Dagnillo, padre de un alumno de primer año y otro de primaria. “También apuntamos a conocer las actas constitutivas de las sociedades que participaron de toda esta movida –Baldoma SA e Instituto Guido Spano SA– porque intuimos que Sánchez forma parte de las mismas”.
El pasado jueves a última hora un mail de Mauricio Sánchez dirigido a los padres no sólo confirmaba el cierre del colegio, sino que además prometía la devolución de las matrículas cobradas hasta el 30 de diciembre. También mencionaba la posibilidad de que otra entidad educativa –el colegio William Morris–, hiciera lugar a los alumnos del Guido Spano. Sin embargo, una comitiva de padres se acercó hasta el colegio ubicado en Vidt y Soler y allí les respondieron que sólo podrían aceptar a tres alumnos por grado.
“Fue otra mentira más de Sánchez, como el agasajo de fin de año donde nos despidió hasta febrero próximo. Tenía todo armado”, indicó la única empleada administrativa del lugar, María García, con más de 30 años de antigüedad.
Desde el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) adelantaron que si los docentes que trabajaban en la escuela no reciben el martes los telegramas de despido, el gremio tomará medidas de acción directa y colectiva. Beatriz Jáuregui, directora de Gestión Privada del Ministerio de Educación porteño, afirmó que se facilitarán todos los mecanismos para que los alumnos encuentren vacantes en escuelas de la zona similares.
