El sol zizgaguea entre las antenas de Radio Continental y atraviesa los ventanales cerrados de su
departamento, que queda justo enfrente. Hace calor y él viste saco de lana y pantuflas. En silencio
toma un té sobre un individual negro y está a punto de salir con sus perros Teo y Mulán para su
quinta de Villa de Mayo. Ya arregló varios partidos de tenis a lo largo del fin de semana, verse
con su hija, ex mujer y amigos, y comer asado.
El jueves fue el último programa de
Rh positivo
en la radio que lo cobijó durante 22 años. Con la calma de
siempre pero con la tristeza de alguien que empieza a atravesarla, dice: “Tengo pena,
nostalgia por los años vividos, por todos los amigos que dejé.
Lloramos
todos. Sabía que era mi último programa y para no causar
una conmoción en el aire ni partir el programa al medio,
esperé hasta el
último segundo y comuniqué que me estaba yendo y dije:
‘Muchas gracias, adiós’. Ya me tocaba irme”.
Y tiene adónde: Radio 10. “Unos amigos comunes me
conectaron. Empezaría en enero, a la tarde, de 15 a 18. Es lo que dicen, vamos a ver. Habrá que
recrear el programa porque es otra radio, yo me llevaré algo de público conmigo. Pero cambio de
radio, cambio de vida.”
—¿Por qué decidiste irte de Continental?
—Hay un momento en el que ya sabés que no tenés que estar en el aire, por distintos
motivos laborales, jurídicos, personales. Aunque sea doloroso decir chau, hay que hacerlo. Desde
marzo hay rumores de inestabilidad.
Pregunté repetidas veces qué plan tenía la radio
para mí y no hubo una respuesta clara, me empecé a calentar
e hice una serie de requerimientos laborales que no me fueron satisfechos.
—¿A qué atribuís estos cambios?
—Ni idea. Todo el mundo tiene derecho a cambiar, está bien. Lo único que les objeto es
que si van a cambiar, sobre todo después de la cantidad de tiempo que llevaba adentro de la radio y
que yo contribuí a hacer lo que es, me parece que me tienen que avisar con tiempo.
Acostumbrado a vivir a no más de dos cuadras de su trabajo, cuenta: “Ahora estoy
reorganizando un poco la vida, hay que ver cómo hago porque la otra radio queda en otro
lugar”.
—¿Pensás mudarte?
—Y... algo tendré que hacer.
—Palermo es más lindo que el microcentro, igual.
—Palermo queda muy lejos de la vida.
Este año también se separó de Emiko Yamamoto, con quien
estuvo en pareja durante siete años y a quien considera una persona “honesta”.
“Me voltearon las torres gemelas”, dice con una supuesta ironía. “El año fue
larguísimo, muy angustioso para mí.” Mientras trata de “digerir la angustia”,
está escribiendo su séptimo libro, que asegura será “atípico”.
Pero no se deja amedrentar por las circunstancias, se sienta erguido, mira lejos y afirma:
“A veces es difícil encarar varios cambios juntos, pero le tengo un gran amor a Radio
Continental; con mi ex pareja fue muy lindo mientras duró. Tengo que hacer frente a una etapa
distinta y me tengo confianza porque voy a una radio líder que siempre soñé con estar ahí. A mí me
gustan las cosas potentes que llegan. Las cosas se dieron de una manera un poquitito angustiante
pero no tengo nada que reprochar”.