Jonathan tiene 15 años y hace cuatro que es cartonero. Es menudo y su cara refleja el cansancio de una actividad que lo tiene preso y alejado del colegio: sólo terminó sexto grado. Aunque quiere volver a estudiar, reconoce que no es el momento para conseguir otro trabajo, porque ser cartonero hoy “da más plata que antes”.
Es cierto: las cooperativas que los nuclean coinciden en que el crecimiento de la actividad económica (más cartón de cajas de electrodomésticos, por ejemplo) y el aumento del precio del material reciclable funcionaron como un imán para que ingresen nuevos trabajadores al sistema, ahora que la actividad es más rentable que hace tres años.
Por eso, según las estadísticas del Ministerio de Espacio Público, en 2008 había unos 4.900 “recuperadores urbanos” anotados en el registro oficial del Gobierno porteño frente a los 7.600 que hay hoy. Es decir, en tres años, creció como mímino, un 55% la población de cartoneros en la Ciudad.
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