Un hijo de un matrimonio desaparecido durante la última dictadura y que fue apropiado cuando tenía menos de un año de edad declaró hoy en esta ciudad ante la Justicia y defendió a su familia de crianza.
El joven, de 32 años, se presentó ante el Tribunal Oral Federal Número 4 y resaltó la intención de seguir llamándose Carlos Alberto Tejada, tal como fue anotado por sus apropiadores, en vez de Jorge Guillermo Goya, el nombre que le dieron sus padres desaparecidos en 1980. Para preservar la intimidad del testigo, los jueces decidieron prohibir el ingreso a la sala de los reporteros gráficos, aunque aceptaron la presencia de público durante el testimonio.
Según fuentes judiciales, el joven refirió las circunstancias de su llegada a la casa de los Tejada como "un acto de amor", y en todo momento intentó desligar de su apropiación a Raquel Quinteros, la esposa del ex militar Luis Tejada.
"Si no fuera por ellos no sé qué hubiese sido de mí o si hoy estaría acá. Son mi familia", dijo el testigo al diario de Cuyo. El joven reclamó a la Justicia que le devuelva el Documento Nacional de Identidad que le retuvo en diciembre de 2009, luego de que el Banco de Datos Genéticos confirmó que era hijo de una pareja de militantes de Montoneros desaparecida en Mendoza.
Poco antes de ser secuestrados en Mendoza, Francisco Luis Goya y María Lourdes Martínez Aranda habían regresado de España a Mendoza. "Cuando ves la realidad por dentro te das cuenta de que mi vieja no tiene parte en nada de esto, y de eso estoy convencido y seguro. Y mi viejo es muy poca la injerencia que tuvo. No era un superior" militar, explicó Tejada acerca de sus apropiadores.
Para el joven, tanto su familia biológica como la que componen los Tejada "están unidas" en él, más allá de las "diferencias". Luis Tejada y su esposa cumplen una detención domiciliaria dispuesta por el Tribunal Oral Federal encabezado por el juez sanjuanino Hugo Echegaray, y que integran también Raúl Fourcade, de San Luis; y Héctor Cortés, de Mendoza. Los acusados están siendo juzgados por la apropiación ilegal de Jorge Guillermo Goya.
Fuente: DyN