El ministro de Educación, Alberto Sileoni, aseguró hoy que los libros con cómics eróticos para escuelas cuestionados en Mendoza son parte de una "colección de narrativa dibujada" con autores "de reconocida trayectoria y calidad", pero aclaró que la Comisión Asesora Federal le dijo que "el objetivo no era trabajar las colecciones en las aulas".
Según sostuvo Sileoni, los asesores del Plan Nacional de Entrega de Libros aconsejaron que "los alumnos, orientados por un bibliotecario o por los profesores de distintas áreas, puedan recorrer los libros desde distintos itinerarios posibles".
El ministro manifestó que la Comisión que aprobó las obras cuestionadas "expresó oportunamente en 2010 que esta colección ha sido pensada para acercar a los alumnos de la escuela secundaria múltiples lecturas de los géneros tradicionales y de los nuevos géneros, tales como la historieta, la novela gráfica y el libro-álbum".
Sileoni dijo que esos géneros "involucran lenguajes y formatos poco explorados hasta hoy en la escuela y, muchas veces, lejanos en apariencia al mundo adulto". Acerca del papel del profesor o el bibliotecario que recomiendan para acompañar en la lectura, destacó que su tarea es "contextualizar las obras en el tiempo y espacio en el cual han sido concebidas, para acortar la distancia entre la obra y sus posibles lectores".
"Este material no es de carácter obligatorio y los docentes deben evaluar la pertinencia y el abordaje que harán de los mismos", sostuvo. El ministro descartó que lecturas optativas como historietas, cómics, manga y narrativa puedan "conspirar" contra la calidad educativa.
"En las escuelas hay lecturas que son obligatorias para los alumnos y otras que no lo son, en este sentido, distribuimos libros que forman parte de un material de consulta para las bibliotecas escolares", manifestó.
El ministro aseguró, de todos modos, que el fin de la distribución de los libros es "aportar a las escuelas material de calidad literaria favoreciendo los procesos de aprendizaje y lectura de los alumnos".
Afuera. La cartera educativa mendocina decidió hoy retirar de las aulas y "dejar en guarda" de directivos y bibliotecarios las obras que llegaron a escuelas desde el Plan Nacional de Entrega de Libros y el Consejo Asesor de 24 provincias. Docentes mendocinos cuestionaron con severidad los libros distribuidos, por contener, entre otros aspectos, sexo explítico y violencia.
Entre los criticados textos enviados figuran "El inspector Justo y otras historias", de Sanyú, editado por Colihue; "Asquerosología en acción", de Imaiqué; "Peter Capusotto", Diego Capusotto y Pedro Saborido, publicado por Random House\Sudamericana; y "Perramus" de Juan Sasturain y Alberto Breccia, de Ediciones De la Flor.