Casi 24 horas después de la trágica muerte de una beba de tres meses en Ayacucho (Tandil), el intendente de la ciudad, Darío David, salió a hablar con la prensa. "Nosotros creemos que no hubo un asalto, pero lo tiene que decir la Justicia. Hay que separar entre el dolor y la pérdida de la familia ", remarcó el jefe comunal.
Si bien la madre de la chiquita había denunciado que la nena había sido asfixiada por delincuentes, la autopsia reveló que la pequeña murió de broncoaspiración lo que no fue necesariamente provocado por "personas externas", concluyó la pericia médica.
A raíz de la autopsia y la pesquisa policial, David dijo que "se aleja la hipótesis del crimen, si bien es un informe preliminar" y que "las declaraciones de la mamá (de la niña) son encontradas. Para el esclarecimiento no es lo mismo una muerte natural que un crimen", informó la agencia Télam.
El intendente enfatizó que "los vecinos dijeron que no vieron absolutamente nada en el lugar" donde la mujer dijo que fue asaltada por delincuentes y puso en duda los dichos de la denunciante.
Anoche, tras conocerse el hecho, un grupo de vecinos apredreó la casa del intendente y causó destrozos. "La pasé muy mal. Es una provocación manifestarse sin saber lo que pasó", expresó.
David siguió: "Quiero saber lo que pasó, pero en serio. No me pongo en víctima porque las víctimas son los padres. Yo salí a hablar con la gente porque no sé qué pasaba si entraban a mi casa".
Fuente: DyN