Tokio – Los grandes operadores mundiales de casinos cruzan los dedos: Japón puede abrirles su inmenso mercado virgen de 127 millones de habitantes, que tienen un gusto por los juegos de dinero que pasa por ser tan pronunciado como el de los demás asiáticos.
Japón imitaría así a Singapur, que autorizó dos mega casinos con la esperanza de atraer a los turistas y competir con las célebres casas de juegos del antiguo enclave portugués de Macao, en el sur de China. Taiwán y Tailandia podrían hacer pronto lo mismo.
“En nuestros días, los casinos ya no están considerados lugares de perdición, como podía ser el caso hace dos décadas”, explicó el analista del sector en CLSA Asia – Pacific Markets, Aaron Fischer. “En Asia, se multiplican las autorizaciones de casinos”, añadió el empresario, mientras predecía que Japón también lo hará en cuestión de unos años.
Los parlamentarios del Partido Liberal Demócrata (PLD), la gran formación de derechas gobernante en Japón, están elaborando propuestas de ley para autorizar casinos gigantes al estilo de los existentes en Las Vegas. Casi la mitad de los diputados de todas las tendencias respaldan la idea, afirmó Toru Mihara, asesor del grupo de estudios sobre los casinos creado por el PLD.
“Si podemos crear las estructuras legales de aquí a uno o dos años, puede que se puedan abrir casinos en Japón en el 2012”, se entusiasma Mihara, quien afirma que los grandes operadores de casinos norteamericanos lo tiene claro desde hace tiempo. Sus dirigentes visitan con asiduidad Japón, donde practican en la sombra intensas actividades de lobbying con la esperanza de
agenciarse uno de los futuros mega-contratos.
Los únicos juegos de dinero autorizados oficialmente en Japón son las apuestas con las carreras de caballos o ciclistas, además de las loterías. A lo que conviene añadir la muy próspera industria del “pachinko” que tiene unos 17 millones de jugadores, entre los que se cuentan oficinistas, jubilados y mujeres jóvenes.
Se trata de una especie de billar vertical que hace un ruido ensordecedor, no cuenta como juego de dinero: permite ganar placas o bolas metálicas que se pueden “vender” luego en una ventanilla que oficialmente pertenece a una empresa diferente. “Existen unos 5,5 millones de máquinas de pachinko en Japón. Si se las asimila a máquinas de dinero, somos el país con más casinos de todo el mundo”, afirma Mihara, quien se muestra “casi seguro de que los japoneses tienen una fuerte inclinación por el juego”.
La apertura de casinos en Japón permitiría responder a las ansias de juego de la población y, al mismo tiempo, podría ser argumento turístico a favor del archipiélago de cara sobre todo a los ricos chinos. Sólo 8,1 millones de turistas visitaron Japón en 2006, mientras que Macao tuvo 22 millones y Las Vegas un récord de 38,9 millones, destacan los partidarios de los casinos, que verían con buenos ojos tapices verdes en Tokio y en el archipiélago meridional de Okinawa.
Ahora bien, la apertura de casinos también podría toparse con cierta resistencia en un país donde la industria del “pachinko” se ve acusada con regularidad de fabricar cohortes de jugadores compulsivos y muy endeudados, cuando no de estar vinculada con el crimen organizado y hasta con el régimen comunista norcoreano.
Según los analistas, los casinos atraerían a una clientela diferente a la que frecuenta las salas de “pachinko”. Y las autoridades podrían aprovechar la ocasión para apretarles las clavijas.
Fuente: AFP