El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, se metió hoy de lleno en el conflicto de Kraft-Foods por el despido de más de 150 trabajadores, tras el fracaso de un intento de acuerdo en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Una comisión de delegados, tres de los cuales fueron cesanteados por la compañía de origen estadounidense, fue recibida esta noche por el secretario general de la central obrera, poco después del anuncio del fracaso de la gestión en la cartera laboral entre representantes sindicales y patronales.
La delegada de la ex Terrabusi María Rosario confirmó a DyN que el objetivo del encuentro apuntaba a pedirle la intervención directa del líder camionero para lograr destrabar el conflicto y no descartó elevar un pedido a la CGT para que se declare un "paro general" por los despidos en esa compañía alimenticia y en otras empresas de diversos sectores.
Del encuentro participaron, entre otros, el diputado Héctor Recalde, el jefe del sindicato de judiciales, Julio Piumato, el titular de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmidt y Rodolfo Daer del sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria.
Julio Piumato dijo que "la CGT buscará que la empresa cese con la coacción a los trabajadores y que pague los salarios adeudados".
A su vez, tras el encuentro, el delegado gremial Ramón Bogado dijo que “no vamos a abandonar el camino de lucha y estamos siendo acompañados por los compañeros de la CGT”.
En ese sentido detalló que el titular de la central obrera, Hugo Moyano, se sumó al pedido de la reincorporación de la totalidad de los empleados y el retiro de gendarmería de las puertas de la empresa.
La representación gremial, que por primera vez se sentó a negociar en el Ministerio de Trabajo frente a frente con ejecutivo de Kraft-Foods, ya había recibido un tácito apoyo oficial, en un acta firmada tras la audiencia, donde se reconoció a los delegados, inclusive los cesanteados, como legítimos actores en el conflicto.
En el encuentro en la sede de la cartera laboral, en Leandro Alem al 600, la compañía propuso en forma unilateral la reincorporación de 20 cesanteados más, que se suman a otros 30 despidos desactivados el viernes pasado, y esperar la decisión de la Justicia frente al proceso abierto para desplazar a la comisión interna.
El delegado Ramón Bogado confirmó frente al ministerio el rechazo de la iniciativa y aclaró que "no se llegó a ningún acuerdo" con la empresa, por lo que llamó a retomar las protestas "en la calle".
Desde cerca de las 10, cuando se inició la cumbre en Trabajo, hubo cortes de calles, protestas y tomas "simbólicas" en varias facultades de la UBA y no se descartaba una profundización de las medidas de fuerza, hasta lograr la anulación de todos los despidos.
De hecho, a las 9, la comisión interna convocó a una reunión frente a la planta de General Pacheco, en el partido bonaerense de Tigre, para analizar en asamblea la continuidad de las protestas.
Fue en este escenario que Moyano decidió intervenir, en lo que es la segunda manifestación que hace la CGT en manera oficial sobre la crisis en la ex Terrabusi, luego de un comunicado que la central obrera emitió para condenar la "represión" de los trabajadores durante el desalojo de la empresa, ocurrido hace 15 días.
Junto a esa movida, el titular del gremio de la alimentación, Rodolfo Daer -duramente cuestionado por los delegados en conflicto- también se involucró en las negociaciones, al participar en la reunión de Trabajo.
En el Ministerio, que convocó a una nueva audiencia el viernes próximo, estuvieron al frente de las fallidas negociaciones el titular de la cartera, Carlos Tomada, su par bonaerense, Oscar Cuartango, y dos ejecutivos de Kraft-Foods y los delegados.