Emma Morosini, la mujer de 91 años de nacionalidad italiana que realizó una peregrinación de mil kilómetros desde Tucumán hasta Luján por los jóvenes y la Paz mundial, se reunió con el papa Francisco en el Vaticano, donde el pontífice le pidió que "no deje de rezar".
El miércoles pasado Morosini se encontró en la plaza San Pedro durante el habitual saludo del Papa a la feligresía en la audiencia general. La anciana pudo dialogar con el Sumo Pontífice durante algunos minutos. "Yo camino sola, rezando, con un carrito donde guardo el pan y el agua. Pero en el camino me encuentro con tantas personas maravillosas que optan por caminar un tramo de la ruta conmigo", le contó la peregrina a Francisco.
En una cuenta de Facebook, donde se detallan las actividades de Morosini, precisó que la abuela de 91 años le informó al Papa que "hace muchos años estoy caminando hacia los santuarios de todo el mundo siempre con la intención de orar por los jóvenes y las familias y Francisco". Luego de la charla, el líder religioso la abrazó y la bendijo.
Asimismo, le pidió que "no deje de rezar" y eleve "siempre peticiones por los jóvenes, las familias y los enfermos" ante una emocionada y agradecida Morosini, quien vestía el mismo chaleco naranja con el que realizó su peregrinación desde el norte del país hasta la Basílica de Luján.