La campaña publicitaria que desató el escándalo

La idea es sencilla y archiconocida por los publicitarios: cuando se trata de promocionar un producto para hombres, qué mejor que hacerlo con una bonita mujer. Ese fue el criterio que usó una agencia danesa para posicionar una marca de ropa interior masculina.

Las imágenes pueden verse en las páginas de todas las revistas –femeninas y masculinas- europeas. Algunas llaman la atención por el alto grado de audacia al mostrar mujeres bellísimas y semidesnudas en situaciones lúdicas y, siempre, con un calzoncillo entre sus manos. Pero hay una, la protagonizada por una mujer ataviada de monja, que escandalizó a la comunidad católica.

" Es una verdadera blasfemia", condenan desde las asociaciones católicas defensoras de la moral y la buena conducta europea.

Según informa el sitio periodistadigital.com, en realidad, la fotografía de la monja es sólo una más de las imágenes con que la agencia &Co decidió publicitar la marca de ropa interior JBS. Las otras protagonistas de la polémica campaña son una jugadora de fútbol americano, una ejecutiva de entrecasa, una mujer afeitándose el rostro frente al espejo, una empleada doméstica de estilo francés, una secretaria hot y una enfermera.