Una importante manifestación interrumpió ayer la Avenida Corrientes, en la Ciudad de Buenos Aires, organizada por la Casa de San Juan. La marcha la encabezó el cuadro de la Difunta Correa y fue escoltada por un grupo de granaderos y al son de marcha de una banda de instrumentos de viento y tambor.
Según consignó la agencia Télam, la manifestación logró que los porteños detuvieran su propia marcha para preguntarse qué era la imagen retratada, y quiénes los promesantes.
La obra pictórica es de Tiziano Fabris y, a diferencia de la tenebrosa situación retratada por Blanes en épocas en que comenzaba a buscarse un control sanitario de la población, compone el encuadre con la misma mujer yacente y un niño apoyado en su pecho en busca de alimento, aunque en la inmensidad árida y luminosa del desierto sanjuanino.
La subdirectora de la Casa de San Juan, Nilda Ferreira, explicó que "es una manifestación de fe y arte como lo fue en el Renacimiento; en este caso, la imagen icónica nuestra es la Difunta Correa".
La obra de Fabris utiliza la iconografía de la inmigrante y el bebé de la pintura "Un episodio de fiebre amarilla en Buenos Aires" de Blanes, que fue retomada luego para la figura de la Difunta Correa de las estampitas y representaciones populares.
"Muchos decían que la repercusión y valor del cuadro estaba en que los médicos reverenciaban a la situación de muerte; Fabris cree que el verdadero valor es la mujer que está en el piso, colocando lo popular por sobre lo académico, lo cual grabó en el imaginario el mensaje de que el amor de la mujer está más allá de la muerte", indicó Ferreira.
El cuadro va a quedar expuesto en el Centro Cultural dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras -en 25 de Mayo 201 (y Perón)- hasta el 24 de noviembre, cuando una mesa debate reunirá a Fabris con el director del "Paco Urondo" y de la Carrera de Arte, Ricardo Manetti; y directivos del museo sanjuanino de Caucete, dedicado a la difunta Deolinda Correa.