El primer camping del país administrado únicamente por una comunidad aborigen abrió sus puertas en la provincia de Neuquén. Se trata de El Huecú, un camping administrado por la colectividad Mañke, ubicado en la zona turística Patagonia de los Valles y Volcanes en el noroeste de Neuquén, en el Departamento Ñorquin. El predio está ubicado en un valle recorrido por el arroyo del mismo nombre, donde los cerros Mandolehue, Callin Pallao, Trotón y la sierra de Trocomán son las más elevadas.
“Fue un trabajo muy lento, comenzó hace varios años, requirió de capacitación y de infraestructura. Surgió porque la gente de las comunidades entiende que tiene potencial turístico que puede interesar y lo ve como una salida laboral, alternativa su actividad agropecuaria”, indicó Agustina Domínguez, jefa del Departamento del Producto Comunidad Mapuche, de la Subsecretaría de Turismo de Neuquén.
El desarrollo de turismo en las comunidades mapuches se viene trabajando hace tiempo en la provincia. “La gente que se acerca es porque tiene curiosidad por conocer otras culturas. La mayoría del turismo es de origen europeo. El argentino va, pero más que nada a comprar artesanías, el extranjero es más curioso por la cultura y la tradición”, puntualizó Domínguez.
El Huecú es un lugar apto para el desarrollo de actividades de aventura como trekking y cabalgatas, y se puede acampar en sus tierras comunitarias, a 7 kilómetros de la localidad. Posee una piscina, mesas, bancos y fogones, lugares de sombra, iluminación y sanitarios.
“Los mapuches son gente muy trabajadora y que se preocupa por lo que hace. Están capacitados, pero les queda todavía camino por recorrer”, señaló Domínguez, quien destacó que “es delicado trabajar con las comunidades, porque se debe respetar su cultura y su cosmovisión”.
En ese sentido, puso de relieve que “no se puede ir a verlos como si fueran personas en exhibición; como una cosa de ‘ir a ver a los indios’. El desarrollo del turismo en comunidades mapuches es un trabajo muy lento, hay que ir acomodándose a los tiempos de ellos. Actualmente se los está capacitando en el desarrollo del turismo, la atención al cliente, la guía de cabalgatas y trekking, y también en gastronomía”, indicó la funcionaria.
En el Huecú se ofrecen comidas típicas y criollas: chivo asado, mote, chavi (trigo remojado) y pavo (ñaco y chicharrón) Mantienen sus tradiciones, y en oportunidad del Año Nuevo Mapuche, han experimentado compartir con la comunidad no mapuche las rogativas, con muy buenos resultados.
Sin embargo, Domínguez remarcó que “hay comunidades que perdieron parte de su cultura, y reclaman capacitación en trabajos con telar y en platería”. En ese sentido, la mujer explicó que estos mapuches “no viven aislados, tienen un intercambio intenso con la comunidad porque participan de su gobierno. Además practican el deporte mapuche llamado “palin”, antecesor del jockey”.
De hecho, en diciembre del año pasado, la Municipalidad de El Huecú y la Comunidad mapuche Mañke organizaron el Primer Encuentro Binacional Argentino Chileno, con el primer encuentro de palín o chueca entre comunidades aborígenes de los dos países con el fin de rescatar la identidad mapuche a través de un certamen propio.
Fuente: DyN