Hoy es el Día Internacional del Taxista. Y José, que maneja un taxi desde hace diez años, lo va a festejar trabajando.
Tiene 55 años y una vez decidió subirse arriba de un auto para ser, al fin, su propio jefe. Ahora, se viste de traje y recorre la ciudad en un Fiat Siena 0km que alquila por 120 pesos diarios.
José no le tiene miedo a la noche. Trabaja toda la semana de siete de la tarde a siete de la mañana y asegura que le robaron una sola vez. Lo metieron adentro de una villa y le sacaron todo: la recaudación, el celular y los documentos. Pero no se amedrenta. Conoce la calle como nadie y afirma que es mejor que manejar de día: “La noche es más tranquila y se gana más. No tenés problemas con el tráfico y los viajes siempre son más largos”.
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