Más de 1.500 estudiantes de todo el país llegaron hoy a Tecnópolis para formar la gota humana de sangre más grande del mundo y promover la donación, en una acción que busca ingresar al Libro Guinness de los récords.
La actividad se realizó en el playón de acceso de la muestra que se emplaza en Villa Martelli y fue organizada por los Ministerios de Salud y Educación de la Nación.
Además de concientizar a la población sobre la importancia de donar sangre de manera voluntaria y habitual, la gota gigante superó el récord obtenido este año por Noruega, en donde participaron 1.400 personas.
“Una vez más queremos generar conciencia a través de la educación. No existe sangre en las farmacias o en los mercados, por eso la única manera de conseguirla es que una persona le dé a otra. Cuando tenemos una operación o un accidente lo primero que te dicen es consigan sangre. Esto es lo que hay que cambiar en la Argentina y se modifica a través de la donación voluntaria”, dijo el ministro de Salud, Juan Manzur.
En sintonía, su par de Educación, Alberto Sileoni, afirmó: “Es emocionante todo lo que sirve para generar conciencia de altruismo y solidaridad. Los jóvenes siempre están dispuestos a subirse a estas propuestas, que son desinteresadas y sólo tienen el afán de mejorar la sociedad en la que viven”.
Vestidos con remeras rojas y gorras otorgadas por los organizadores, los estudiantes que participaron de la actividad llegaron desde escuelas de las provincias de Buenos Aires, La Rioja, Formosa, Corrientes y Catamarca.
El Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre se declaró el 9 de noviembre a través de la Ley 25.936. Su objetivo es promover un cambio cultural y concientizar a la población sobre la importancia de la donación de sangre, incorporando esta práctica como habitual, voluntaria, solidaria y anónima.
La fecha elegida remite a que el 9 de noviembre de 1914 se realizó la primera transfusión de sangre, un descubrimiento argentino protagonizado por el doctor Luis Agote.