Pese al frío, un atardecer destemplado y la amenaza de lluvia constante, el público acompañó la 19ª edición de la ya tradicional Noche de los Museos.
Según informó el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, alrededor de un millón de personas participaron de la movida que se extendió entre las 19 de ayer y las 2 de hoy.
Más allá de las recorridas por las 290 sedes habilitadas para la ocasión en las 15 comunas porteñas, los visitantes de todas las edades pudieron disfrutar durante siete horas de las actividades especialmente pensadas para la velada cultural que incluyeron música, talleres, murales colectivos, baile, proyecciones y recorridos guiados por los distintos museos y espacios culturales.
Entre los museos más visitados se destacaron el Malba, el Museo de la Imaginación y los Juegos –dedicado a los chicos de entre 0 y 12 años, e inaugurado para esta edición–, el Museo Nacional de Bellas Artes, el de Arte Decorativo, el Histórico Nacional de Parque Lezama. En el caso del museo dedicado a los más chicos, desde temprano se vieron largas colas para conocer y recorrer las instalaciones de la excervecería Munich, de Costanera Sur.
La Usina del Arte, eje de la movida, el CCK, la Fundación Proa y el Moderno de Buenos Aires tampoco se quedaron atrás en la elección de los porteños y turistas a la hora de recorrerlos.
En el caso de la Usina, por ejemplo, se destacó la programación pensada para toda la familia y se inauguró, además, Tender Vortex Tormenta, una instalación de dimensiones monumentales, diseñada por Martin Huberman & El Estudio Normal, que se montó en el Hall Central del histórico edificio de La Boca. Otro de los espacios muy concurridos fue la intervención urbana de la Calle Lanín, a cargo de Marino Santa María y su taller. El artista ofreció una propuesta artística que plantea quedar inmersos en un canal de color y de música en un espacio de arte a cielo abierto de casi 300 metros.
El Museo Benito Quinquela Martín también acaparó la atención de los visitantes. Aquí se destacó la muestra Casa Museo de Benito Quinquela Martín, en la que se expuso el mobiliario original intervenido por Quinquela con sus colores preferidos, sus herramientas, sus objetos más preciados y pinturas de su autoría.
