El violento desalojo del martes pasado y los enfrentamientos entre vecinos ante la ausencia policial dejaron ya cuatro muertos y decenas de heridos. El último fue un joven de 19 años que recibió un balazo en la cabeza durante la refriega de anoche. El primer día del conflicto habían sido asesinados Bernardo Salgueiro y Rosemary Churapuña. La jornada siguiente, Juan Castañares Quispe fue dejado sin vida en el hospital Piñero.
El hombre que murió ayer, y aún no fue identificado, estaba dentro de una ambulancia del SAME lista para trasladarlo al hospital Piñero, cuando un grupo de personas lo sacó por la fuerza y lo remató de un tiro en ese mismo lugar. De esta forma describió la situación el titular del SAME, Alberto Crescenti.
La cantidad de heridos es difícil de calcular porque las ambulancias no podían ingresar al predio porque eran agredidas con tiros y piedras, pero por lo menos tres de ellos fueron baleados. Si bien hay sólo cuatro internados confirmados, el total de lesionados se estima en más de treinta.
Bernardo Salgueiro, el primer muerto que salió a la luz, era carpintero. Había nacido en Paraguay hace 22 años, y vivía en Barracas con su madre. Era el cuarto de siete hermanos y aquel día había viajado hasta la villa 20 para buscar a sus dos sobrinas para llevarlas a visitar a la abuela. En la villa conocía tenía muchos conocidos, había vivido ahí hasta hacía poco. “Lo llamaban Gallo, jugaba al vóley y al fútbol”, lo recuerda su hermano Anibal. Su hermana Griselda Salgueiro afirma que el disparo fatal llegó desde las filas de la Policía Federal.
