A medida que iban ingresando al punto de venta, el asombro se dibujaba en las caras de los nuevos vendedores formales. “A este lugar le ponemos un patio de comidas y es el shopping Abasto”, dijo entre risas y sin perder detalles del lugar Roberto, mientras subía una pesada bolsa con mercaderías al primer piso del nuevo paseo de compras. A diferencia de Balvanera, los puestos de venta son más grandes (de 2x1,5 m y con baulera) y los pasillos más anchos, lo cual facilitará el paso de las personas que se acerquen a comprar. Los puestos fueron divididos por colores (amarillo, naranja y celeste). También fueron asignados por sorteo y no pueden cambiarse. Tampoco podrán venderse marcas truchas, lentes ni alimentos.
Ayer desde temprano se formó una larga cola con los primeros ex manteros que fueron citados para ocupar los espacios en el paseo. Ingresaron por tandas cada dos horas para evitar aglomeraciones y tumultos a la hora de entrar. Elizabeth fue una de las primeras en llegar. Lo hizo alrededor de las 8.30.Apenas fueron chequeados sus datos, ocupó el puesto 150 en la planta baja. “Estoy muy conforme con el lugar. Ya no vamos a mojarnos ni a tomar frío como cuando estábamos en la calle. Espero que la gente nos acompañe y venga a comprar”, afirmó la mujer, que vendió durante casi diez años en la cuadra de Pueyrredón y Sarmiento la misma mercadería que ahora va a vender formalmente.