Fernando Almeida tiene 13 años y es oriundo de Corrientes. Sufre una "miocardiopatía dilatada por influenza B" y por ello, su familia lo trasladó desde esa provincia hacia el hospital Garrahan para que sea tratado. Sin embargo, los profesionales que evaluaron su caso sostienen que por su "diagnóstico", "condición social y familiar", el adolescente "no reúne criterios para ingresar en la lista del trasplante cardíaco del INCUCAI".
El menor permanece desde algunas semanas atrás en la Unidad de Cuidados Cardiovasculares del Garrahan, donde fue atendido y los médicos estudiaron su caso. En un informe detallaron: "Se presenta el paciente, con diagnóstico de miocardiopatía dilatada, de evolución crónica, que comienza con tratamiento específico mejorando durante una semana, debiendo reingresar a terapia intensiva por desmejoría".
"Allí comienza con drogas inotrópicas con escasa respuesta, continúa desmejorando, requiriendo ARM con lo que impresiona estabilizarse. Es derivado a este hospital, ingresando el martes 19/9. Luego de confirmación de diagnóstico inicial, determinándose la irreversibilidad del cuadro y escasa respuesta al tratamiento, falla hepática y renal", completaron.
Y concluyeron: "Se inician estudios para determinar la factibilidad de un trasplante cardíaco. Teniendo en cuenta el diagnóstico, la evolución, los antecedentes familiares y sociales, y los resultados de los exámenes solicitados, se concluye que el paciente no reúne criterios para ingresar en la lista de trasplante cardíaco del INCUCAI".
Por su parte Roberto Jabornisky, uno de los pediatras que atendió al adolescente en el hospital de Corrientes, indicó: "Fernando es otra víctima más de las inequidades del sistema de salud", ya que "a estos chicos la pobreza no solo les quita futuro, también les quita posibilidad de tratamiento y atención" expresó, según publica el medio Ámbito Financiero. "Su única opción es volver para que lo miremos morir, así de duro, así de simple, así de fuerte", manifestó el profesional.
"Lamentablemente Fernando está desahuciado porque la única solución es el trasplante y si bien es entendible que el Comité de evaluación considere que hay otros casos con mayores probabilidades de supervivencia. La situación no deja de angustiarnos a todos los que integramos el servicio de pediatría", reconoció Jabornisky, quien lo atendió junto al Dr. Fernando Español (jefe de la Terapia Intensiva del Juan Pablo II) y la Dra. Bibiana Rigonatto (médica de cabecera).
El adolescente es el segundo de siete hermanos de una familia cuyo sostén es el padre, que trabaja como albañil y hace changas. "Mi esposo no pudo venir a acompañarnos hasta Buenos Aires porque estaba en una obra y no puede dejar de trabajar porque si no, no comemos", indicó la madre de Almeida, María Elena.
"Estamos agradecidos por todo lo que hicieron los doctorcitos y nos volvemos a casa con la esperanza de un milagro que le salve la vida a nuestro hijo", finalizó la mujer.