Los dos empresarios y el publicista que habían desaparecido el jueves pasado en la Capital Federal fueron hallados hoy asesinados a balazos en la cabeza al costado de una ruta del partido bonaerense de General Rodríguez, y ahora se investiga si fue un hecho más de la innegable espiral de violencia que desde hace mucho anida en el conurbano o, como rápidamente sostuvo el gobierno de Daniel Scioli, se trató de una venganza mafiosa en el medio de una supuesta red de venta ilegal de medicamentos.
Esta noche, en el programa "A dos voces", de TN, el jefe de Gabinete de Scioli, Alberto Pérez, insistió en que "posiblemente, fue un ajuste de cuenta en una tema ligado a la mafia y seguramente una mafia ligada a la droga". Al preguntársele si el triple homicidio tuvo relación con laboratorios farmacéuticas, Pérez respondió: "Seguramente".
Los cuerpos de los empresarios vinculados a la venta de medicamentos Sebastián Forza, de 34 años, y Damián Ferrón, de 37, y del publicista Leopoldo Bina, de 35, fueron hallados a la altura del kilómetro 11 de la ruta provincial 6, casi en la intersección con la 47, en jurisdicción de General Rodríguez.
Fuentes de la investigación indicaron que los cadáveres se encontraban maniatados, boca abajo y habían sido asesinados con disparos de armas de fuego en la cabeza y presentaban además varios tiros en la espalda.
El superintendente de la Policía Bonaerense, Daniel Salcedo, aseguró que las víctimas habrían sido asesinadas hace "como mínimo 40 horas" y que en el lugar del crimen "se encontraron vainas de distintos calibres que hacen presumir hasta ahora la utilización de dos armas de fuego". Así, confirmó que los homicidios se produjeron donde se encontraron los cuerpos.
Poco después de conocido el hecho, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, aseguró que fue "un crimen mafioso". Los voceros aseguraron que la principal hipótesis está orientada a una supuesta mafia ligada a la venta ilegal de medicamentos falsificados, aunque tampoco se descartó la de un ajuste de cuentas por dogas, vinculada específicamente con precursores químicos para elaborar estupefacientes. Todas estas hipótesis generaron la inmediata y airada reacción de los familiares de las víctimas.
Según los detectives, la clave estaría en Sebastián Forza -dueño de una droguería-, quien había sido amenazado de muerte tiempo atrás. Se supo además que tendría una deuda de ocho millones de pesos y estaba en convocatoria de acreedores.
Si bien también se investiga a las otras dos víctimas, fuentes consultadas por DyN señalaron que habrían estado "en el lugar donde no tenían que estar", o sea que el objetivo central era Forza, pero los otros dos hombres habrían sido secuestrados y ejecutados para que no delataran el hecho.
Según voceros, una de las amenazas a Forza tuvo lugar en febrero, cuando recibió un llamado anónimo a la casa que alquilaba en el country Pilar del Este, donde le dijeron que su vida corría peligro. En otra ocasión le habrían dejado una silla de ruedas frente a su comercio con un mensaje que indicaba "esta vez te salvaste", presuntamente firmado por la 'Banda de Aníbal Gordon', en referencia al ex integrante de la Triple AAA.
Fuentes del caso precisaron además a esta agencia que Forza habría hecho una denuncia contra una supuesta organización de venta ilícita de remedios ante la comisaría 3ra. de la Federal, tras lo cual recibió las amenazas y se convirtió en "testigo protegido".
"Para Semana Santa te vamos a matar", dijo una de las amenazas que recibió en una farmacia y distribuidora de medicamentos suya en el centro porteño, sobre la calle Montevideo, tras lo cual hizo la denuncia en la comisaría 3ra., señalaron las fuentes. Desde entonces Forza estaba armado, destacaron.
Con el correr de las horas comenzaron a surgir versiones sobre la supuesta relación de Forza también con la venta ilícita de medicamentos y probable falsificación de remedios, pero esas informaciones circularon como hipótesis que los detectives incluirían en sus pesquisas. El hallazgo de los cuerpos se produjo alrededor de las 17, luego de que se recibiera un llamado anónimo en la comisaría 1ra. de General Rodríguez que daba cuenta de la presencia de los cuerpos sobre un zanjón, a un costado de la ruta.
Hasta allí fueron Salcedo y el jefe de Investigaciones de la policía provincial, Oscar Torreira, así como personal de las divisiones Homicidios y Búsqueda de Personas de la Federal, y los fiscales de Luján Oscar Reggi y Leandro Marquieghi.
El primer dato de que los cuerpos serían de las personas buscadas se obtuvo cuando la Policía Federal determinó que, según el rastreo satelital, hubo un último llamado telefónico realizado desde General Rodríguez.
Las víctimas habían sido vistas por última vez el jueves pasado cuando, según la Policía, Forza y Ferrón se habrían reunido en el bar Open de Pilar, y luego el primero y Bina en Liniers. Después no se los volvió a ver ni hubo llamados extorsivos que pudieran indicar que fueron secuestrados.
El mismo jueves, a las 20, la camioneta de Ferrón, una Suzuki Vitara, apareció incendiada en la calle Galicia al 2700, y tres horas después hallaron el Peugeot 206 de Forza, estacionado, con las llaves puestas, en Solís al 1000, en Constitución.
En la Vitara se encontró un arma descargada perteneciente a Forza y los DNI de éste y de Ferrón.
Diego Ferrón, hermano de una de las víctimas, negó que haya ido a Pilar y señaló que fue a Quilmes porque trabajaba como visitante comercial para una droguería que distribuye medicamentos en "geriátricos y obras sociales". Además, dijo que su hermano conoció a las otras dos personas "hace un mes" y que "hablaba por teléfono con ellos por cuestiones comerciales". Añadió que alquilaba una vivienda en el barrio Samoré, en Villa Lugano, por el que abonaba 500 pesos mensuales, y que la Vitara la compró luego de vender su auto Fiat Palio.
José Luis Salerno, socio de Damián, aseguró por radio 10 que Forza "era un proveedor que le vendió drogas oncológicas de una droguería".
"Decían que eran amigos, pero hacía un mes y medio que se conocían", aseguró el hombre en medio del llanto, luego de contar que hacía 27 años que era amigo de Ferrón y que hasta fue testigo de casamiento.
Salerno afirmó además que en la Fiscalía escuchó que Forza "tenía una historia financiera complicada, porque había abogados que hablaban de una quiebra de la droguería" y que además había recibido "amenazas de muerte".
Tras ser encontrados los cadáveres, familiares y amigos de las víctimas fueron hasta el predio para reconocer los cuerpos y así se fue confirmando la identidad. Una de las primeras en corroborar la noticia fue la esposa de Bina. La causa inicialmente fue llevada por la fiscal porteña Ana María Yacobucci, quien evitó brindar detalles del hecho, pero ahora quedaría en manos de sus pares de Luján.
Fuente: DYN