Cena de honor con acento chino en el Palacio San Martín
“Vienen por el agua”, fue la histórica premonición que Elisa Carrió lanzó allá por 2004, cuando el presidente chino, Hu Jintao, visitó la Argentina para el anuncio volátil de que invertiría 20 mil millones en el país. Algunos de los comensales en la cena de honor que se ofreció sobre el cierre de la semana para el ministro de Comercio de China, Chen Deming, recordaban aquella idea y bromeaban con que la líder de la Coalición Cívica había sido un poco apocalíptica, pero algún grado de razón tenía. “Hoy China necesita alimentos, pero en 2025 les estaremos vendiendo agua”, vaticinó uno de los empresarios sentado en la mesa principal del Palacio San Martín. El que acordaba con esa idea era Carlos Spadone, anfitrión del visitante desde la Cámara de Comercio Argentino-China, quien aseguraba que el desplazamiento anual de habitantes del campo a la ciudad en suelo chino generará una demanda de agua potable que será una interesante fuente de negocios para países como Argentina. Héctor Timerman expresaba su alegría con la noticia lanzada por Deming durante el encuentro que había mantenido con CFK, de que el gigante asiático retomaría la importación de aceite de soja. Otra buena nueva para el comercio bilateral que era tema de conversación en las mesas de la sede ministerial –donde se lo vio también a Luis María Kreckler, y al nuevo embajador argentino en China, Gustavo Martino– era la decisión del gobierno chino de permitir el ingreso de embriones congelados de animales para la cría de ganado: hay importantes laboratorios nacionales que esperaban esa liberación desde hace tiempo. María del Carmen Alarcón comentaba que ése, precisamente, era uno de los temas de la agenda con la que partiría pocas horas después rumbo a Beijing, acompañada por el vicepresidente del banco Bice, Claudio Fernández. La charla sobre cuestiones de cría bovina le permitió a Deming elogiar el lomo del plato principal, y el malbec dispuesto para la ocasión. Timernan, que jamás bebe alcohol, elogió sin embargo un champán torrontés que Spadone le había hecho probar al mediodía.
Choripán de altura
Distendido, Amado Boudou confesaba que quería que John Fogerty, de paso por Buenos Aires, le firmara una remera. Pero el ministro no había reunido a su gente para hablar de rock. El hombre organizó un almuerzo informal para agradecer a su grupo de trabajo por la campaña en la Ciudad y no ocultó su optimismo. La cita fue en el último piso del Palacio de Hacienda, y allí se los vio a Julio Piumato –que se cuidó de no tuitear–, Alejandro Amor, Fernando Gril, Juan Zabaleta, Miguel Cubero, Patricia Vaca Narvaja, Gustavo López, “Pimpi” Colombo, y Eduardo Valdés, que disfrutaron de tiernos lomitos y minichoripanes.
Negocio frustrado
Exultante salió el músico de la reunión con directivos de YPF. Acababa de conseguir un suculento contrato para participar como jurado en un concurso de bandas de rock organizado por la petrolera. La reunión fue en los más amables términos. Sin embargo, el escollo lo encontró al llegar a su casa. Su esposa, reconocida por su lucha por el medio ambiente, lo puso entre la espada y la pared. Y el hombre, “dividido” por el fallo de su mujer, prefirió dar un paso al costado y renunció a la suma de seis dígitos.
El dueño de la tierra
Sorprendente poder de convencimiento tiene el empresario K Cristóbal López. Neuquén es tal vez la única provincia en la que no hay conflictos con los petroleros. Sí, en cambio, los hay con los pueblos originarios. Sucede que la explotación petrolera y gasífera se lleva a cabo en tierras que los mapuches consideran propias, y ante los derrames de petróleo, las firmas explotadoras suelen retirar la tierra afectada. El material es trasladado para ser procesado y luego es devuelto a su lugar, libre de contaminación. Pero, por cuestiones vinculadas a sus costumbres, los mapuches siempre se negaron a ese proceso. Siempre, claro, hasta que López irrumpió en el lugar y, con gran esfuerzo, logró “convencerlos”. Desde ese momento, cuentan los lugareños, aceptaron la “limpieza” de las tierras con una única condición: que sea la firma de don Cristóbal la que traslade las tierras.
La hora sciolista
En una reunión con funcionarios de su área, se vio al elegante Alberto Pérez lucir un llamativo reloj pulsera color naranja. Ante la consulta de curioso asesor, el jefe de Gabinete provincial despejó dudas: ni Gucci ni Audemars Piguet. El reloj es obsequio de la Agrupación LPB y lleva la inscripción “Scioli 2011. Presente y Futuro”.
Sudáfrica mía
La prolongada ausencia de Domingo Felipe Cavallo en los bosques de Palermo, así como también en conocido bar de Bulnes y Avenida del Libertador, llamó la atención de vecinos del lugar. Es que el ex ministro de Economía ha tenido que postergar no sólo sus largas caminatas aeróbicas de los fines de semana, sino también los posteriores desayunos. ¿El motivo? El mismo de siempre. Ya no sólo a Estados Unidos viaja Cavallo a dar sus redituables conferencias. La semana pasada, después de pasar por Washington DC para ver a su hija, “Mingo” visitó Astaná, la capital de Kazajstán. Y por estos días se encuentra nada menos que en Johannesburgo, Sudáfrica.
Rentas ‘new age’
Carlos Walter es el titular de Rentas de la Ciudad de Buenos Aires y, al parecer, piensa que seguirá siéndolo, siempre y cuando Mauricio Macri sea reelegido como jefe de Gobierno. Al menos eso creen los que tuvieron acceso al Power Point que presentó Walter haciendo gala de ciertos avances durante su gestión en esa dependencia y con algunas promesas para el futuro. El aumento de la recaudación, sumado a las mejoras edilicias y la agilidad en la atención parecen ser el sustento de su trabajo. Sin embargo, lo que más llama la atención es la invitación que hace a todo el personal de Rentas para que participe de clases de reiki, pilates, yoga, teatro y gimnasia energética. Como si fuera poco, para que el personal tenga dedicación full time, promete también atacar los vicios: próximamente habrá talleres de nutrición y charlas para aquellos que quieran dejar de fumar.
Carne para todos
Acostumbrado a no pasar inadvertido cada vez que asiste a un restaurante –ha llegado a trompearse incluso con algún vecino de mesa en alguna ocasión–, Guillermo Moreno ingresó al restó Moncloa camuflado con gorra con visera y abrigo exagerado. El amo de los precios se instaló tranquilamente en un rincón del local, y logró con relativo éxito que no lo reconocieran: desde una mesa cercana, un grupo de habitués lo identificó y se regocijaba de que al menos una vez el secretario de Comercio sintiera en carne propia lo que significa tener que pagar un menú en el microcentro porteño.
Renuncia celebrada
Algunos con cierta maldad. Otros, a modo de desahogo. Lo cierto es que todos levantaron su copa por el mismo motivo. El hecho sucedió hace algunos días, pero recién en las últimas horas se filtró pese a los pedidos de discreción de los propios protagonistas. Ernesto Sanz acababa de bajarse de la carrera presidencial y, sin perder tiempo y antes de que la noticia tomara estado público, un grupo de alfonsinistas se convocó en conocido restó cercano al Congreso a brindar. De inmediato, la mesa –inicialmente ocupada por dos correligionarios– pasó a ser multitudinaria. Por allí pasaron Angel Rozas, Gerardo Morales, Juan Pedro Tunessi, Leandro Despouy, Miguel Giubergia, Willy Hoertz y Luis Borsani, que de tanta alegría, esa noche no escatimaron en gastos.
Barrabrava
El ex líder de La Doca, Rafael Di Zeo, almorzaba relajado a mitad de semana en el restó bar Tres Quarts de Puerto Madero. El “Rafa” ocupó una mesa ubicada sobre la vereda, pero tuvo que pagar la cuenta de dos: la otra pertenecía a los cuatro fornidos guardaespaldas que siguen al histórico referente de la barrabrava de Boca Juniors a sol y sombra.
De Binner y Marta Fort
Durante el acto institucional de inauguración de la Pastoral Social que se realizó en la UCA Rosario, en su discurso Hermes Binner dejó boquiabiertos a monseñor Jorge Casaretto, a Miguel Lifschitz, al presidente de honor mundial de la Fundación Konrad Adenauer, profesor Bernhard Vogel, a Adolfo Pérez Esquivel, al obispo rosarino José Luis Mollagham y al presidente de la Comisión de Justicia y Paz del Vaticano, Peter Turkson, cuando señaló que estaba en contra de la banalización de los valores y que ese mensaje incluso lo llevó a pasar un momento acalorado en un acto, cuando pidió a las madres que no permitan que sus hijos sean víctimas de los falsos emblemas y ejemplos como el de Ricardo Fort. El sofocón le llegó cuando, al terminar el acto, se le acercó la mismísima Marta Fort, madre del mediático personaje, de quien Binner –dijo– esperaba una reprimenda; pero por el contrario, ella le dijo que estaba de acuerdo con su mensaje, e incluso le regaló un CD con los tangos que canta.
Efecto somnífero
En el mencionado encuentro en Rosario, quien por momento carraspeó fue monseñor Casaretto, aunque mayor fue su congoja cuando el enviado del Vaticano, el cardenal Peter Turkson, hizo gala de su aprendizaje de la lengua hispana y leyó de corrido y completo su discurso de ¡una hora y cuarto! A pesar del esfuerzo de Turkson, la parsimonia y nada depurada entonación provocaron un efecto somnífero en el auditorio y desde los laterales podían verse francos los cabezazos de quienes se dormían a partir de la tercera fila, y el resistir heroico de los que estaban en la primera. Después del soporífero mensaje, varios políticos como Graciela Camaño, Eduardo Amadeo y Carlos Carranza se dejaron ver en el histórico bar El Cairo, donde Roberto Fontanarrosa se reunía con sus amigos.
Se parece a...
Dado el tiempo ocioso y la inventiva de quienes caminan a diario los pasillos, la Cámara de Diputados es un terreno fértil para la proliferación de parentescos físicos entre propios y ajenos. De hecho, Julio Bárbaro y Florencio Randazzo, entre otros, ya tienen allí a su doble de riesgo. Días atrás, por el solo hecho de haber pasado por delante de un grupo de diputados y asesores en informal reunión, la víctima fue Roy Cortina. Con cerebros a todo vapor, se llegó a la conclusión de que la elección no era nada fácil. De hecho, casi no logran encontrarle gemelo. Claro que eso hubiese pasado si no fuera porque la altura, el porte y el arreglo capilar que luce el socialista lo hacen ver cada vez más parecido al periodista Luis Ventura.
Verba joven
Los míticos almuerzos de los jueves de Antonio Cafiero siguen dando que hablar. Esta semana recibieron al joven intendente de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein. Sorprendió gratamente a los oyentes por su análisis alejado de temas coyunturales o electoralistas. Señaló que la generación que empieza a ocupar roles claves sólo cumplirá una misión histórica si supera lo meramente agonal y marketinero y se decide por una política arquitectónica. Esto, en criollo, debe de tener algún significado, pero los comensales lo elaboraron a su manera. “¡Tomá!”, remató uno. “Se nota que el pibe, además de abogado, es licenciado en filosofía”, dijeron. Escuchaban atentos Osvaldo Papaleo, Rafael Delpech, Enrique del Percio, Jorge Hugo Herrera Vega, Carlos Regazzoni y Guillermo Piuma, entre otros.
De nuevo a las letras
Más de 22 años después de su primer libro –de poesía–, el piloto y ministro porteño Esteban Bullrich volvió a despuntar el vicio de escribir y presentó Ahora... calidad, su nuevo trabajo literario. Pero lo que llamó realmente la atención no fue el retorno de Bullrich a la escritura, sino la presencia de Fernando de la Rúa entre los 400 asistentes al evento que se realizó en la Manzana de las Luces. La sorpresiva visita dio motivos para la proliferación de bromas. Varios referentes del PRO proponían con tono socarrón que alguien le avisara a De la Rúa que el acuerdo PRO-UCR todavía no está cerrado. También la vestimenta cool –estilo Alan Faena– del subsecretario de Transporte porteño, Guillermo Dietrich, fue motivo de inspiración para las mentes más malvadas. Entre otros, sonreían entre comentarios y bocaditos de queso, caviar y finger food de salmón y espinaca, Horacio Rodríguez Larreta, Eugenio Burzaco, Pancho Cabrera, Guillermo Montenegro, Jorge Macri y María Eugenia Vidal.
Pesadilla
Si bien la tentación de pelear por la gobernación mendocina existe, se comenta en los pasillos del Senado que en reiteradas oportunidades se escuchó decir a Julio Cobos que en octubre intentará quedarse en el Congreso. La elección de buscar un lugar en la lista de legisladores tiene un motivo esencial para el vicepresidente: no tener la misma pesadilla que Macri, de gobernar un distrito sin apoyo del Gobierno nacional. Incluso hay quienes dicen que, en el caso de Cobos, la experiencia hasta podría ser peor.