“Yo estaba con un chico que de un día para el otro me dejó de ver. Me dijo que no me quería y no supe más de él. Estuve muy dolida por eso pero después de un tiempo conocí a otro chico y empezamos a salir. Cuando mi ex se enteró me empezó a amenazar. Primero dijo que me iba a lastimar a mí y después a mis amigas y familiares. Lo que me cuestionaba era que estuviera con otra persona y no con él”.
El relato de una adolescente en un taller sobre noviazgos violentos es espejo de una realidad: uno de cuatro jóvenes vivió alguna situación de violencia en su relación, que va desde abusos psicológicos como controles y celos enfermizos, hasta agresiones físicas o amenazas de muerte.
Ese dato se desprende de una encuesta que hizo la Defensoría del Pueblo bonaerense, de la que participaron 141 mil jóvenes, y más de un 80% fueron mujeres. En la Ciudad de Buenos Aires, en los últimos dos años, se triplicaron los llamados a la línea de asistencia a adolescentes por noviazgos violentos.
Y el año pasado, de todos los llamados que recibió la línea 144, más del 42% fueron de mujeres menores de 30 años –seis de cada diez fueron de chicas de entre 19 y 30 años–, y de ese porcentaje, el 5% fueron menores de 18 años.
Control, celos, críticas, aislamiento, amenazas, relaciones sexuales a la fuerza y agresiones físicas fueron los comportamientos que identificaron los jóvenes en la encuesta de la Defensoría, donde más del 60% reconoció que se sintió controlado, y más del 40%, que se alejaron de sus familias o amigos por celos de sus parejas; más del 30%, que les revisan el celular, y más del 20% dijo haber sufrido situaciones de riesgo, como golpes o amenazas.
En ese contexto, la Defensoría lanzó el programa Cortá a Tiempo: talleres y charlas en escuelas secundarias, clubes, centros culturales e iglesias, donde dan herramientas a los jóvenes para reflexionar sobre sus experiencias, desnaturalizar comportamientos e identificar situaciones de violencia.
Violencia de género: casi el 90 % de los casos son de riesgo alto o mediano
“Principalmente, hacen mención a la posesión y los celos como una de las problemáticas que provocan el alejamiento de las amistades y del círculo de confianza”, explican quienes brindan los talleres. El próximo jueves 14 de febrero, en el marco del Día de los Enamorados, realizarán un taller virtual de concientización sobre noviazgos violentos. “Es una convocatoria a cortar con las acciones violentas, cuestionarlas y crear formas más saludables de relacionarnos”, aporta el defensor del Pueblo, Guido Lorenzino.
“El amor hace bien” es un test online que el gobierno porteño lanzó para identificar indicios de violencia en una pareja, con preguntas que apuntan a detectar comportamientos de control, dominación, humillación y descalificación. Desde el Ministerio de Desarrollo Humano advierten que en los últimos años triplicaron las asistencias a adolescentes entre 13 y 18 años. “De 2017 a 2018, la asistencia creció un 60%, y de 2016 a 2018, ese porcentaje asciende al 151%, pasando de 372 asistencias a 935”, explican desde el Programa Noviazgos sin Violencia, donde más del 90% de quienes asisten son mujeres.
Allí, la mayoría llega derivada de las escuelas secundarias, pero también de llamados a la línea 144 o desde los Centros Integrales de la Mujer, y pueden participar de terapias individuales o grupales, o talleres a los que pueden asistir con sus parejas o familias.
Desde el programa Me Quiere, No Me Quiere buscan trabajar con los centros de estudiantes e identificar promotores entre los alumnos para que impulsen acciones vinculadas a sus intereses, como cortos o muestras de fotos.
“Lo primero que se da tiene que ver con la violencia psicológica, el control, los celos. Revisar las redes sociales o el WhatsApp; o amenazar con que sin el otro se mueren, para generar un sentimiento de culpa. Hoy hay más conciencia en las mujeres y en la sociedad, y eso hace que se incremente el contacto, tanto en las líneas de asistencia o en los centros integrales. Pero cuando llegan ahí es tarde: lo más importante es darles las herramientas para que no se involucren en este tipo de relaciones”, explica Agustina Señorans, subsecretaria de Promoción Social.
El 40% de las víctimas tiene entre 16 y 30 años
En enero de este año, el femicidio de una joven de 17 años conmocionó a Esperanza, en la provincia de Santa Fe. Agustina Imvinkelried había ido a bailar el fin de semana con sus amigas, como cualquier adolescente. Pero nunca volvió.
Las cámaras de seguridad del boliche donde estuvo mostraron cómo la joven salió caminando, después de saludar a una amiga, en dirección a una estación de servicio sobre la ruta, donde le había pedido a un amigo que la buscara.
Su cuerpo apareció con golpes, en una zanja, entre pastizales, y tapado con hojas y ramas a solo 200 metros del lugar donde fue vista por última vez. El principal sospechoso y acusado por su homicidio fue Pablo Trionchini, un hombre de 39 años.
Según un informe reciente sobre femicidios que presentaron el Ministerio de Seguridad y la Defensoría del Pueblo de la Nación, la mayoría de las víctimas de femicidios del país tiene entre 16 y 30 años.
Según la Casa del Encuentro, más de 300 adolescentes de entre 16 y 21 años fueron víctimas de femicidios en los últimos años, según se desprende de uno de sus informes anuales donde relevan los casos mediatizados.
En 2015, el femicidio de Chiara Páez, la adolescente de 14 años, en Rufino, Santa Fe, impulsó la primera marcha masiva Ni Una Menos, que se realiza cada 3 de junio.