SOCIEDAD
todos contra el portero

Los vecinos de Angeles quieren que la esposa de Mangeri se vaya del edificio

A cuatro meses de la muerte de la adolescente, su familia no volvió al departamento de Ravignani 2360. A pesar del pedido del consorcio, Saettone se negó a dejar el lugar.

Defensa. A pesar de estar procesado por homicidio simple, la mujer del portero sigue insistiendo en que él es inocente.
| Cedoc Perfil

El edificio de Ravignani 2360 es diferente al resto. Es pequeño y algo antiguo en relación a los otros bloques de viviendas que recorren la calle de Palermo. No tiene líneas modernas ni cámaras de última generación. Sólo tiene una particularidad: en ese sitio fue atacada y asesinada Angeles Rawson. Y el único acusado del crimen es el encargado del edificio, Jorge Mangeri.
Desde el 10 de agosto, los vecinos soportan guardias periodísticas y allanamientos judiciales. Incluso, una noche la policía llevó a todos sus habitantes a declarar frente al juez de la causa, Javier Ríos. De a poco, las cosas volvieron a su lugar. Pero no del todo: la mujer de Mangeri, Diana Saettone, sigue ocupando el octavo piso de la propiedad, el mismo que compartía con su marido y en el que, suponen los investigadores, Angeles habría sido estrangulada.
Mientras Saettone confía en la inocencia del portero, la familia de la víctima no volvió a su casa de Palermo. Esta situación provocó una reunión de consorcio en el edificio. La mayoría de los vecinos consideran que la madre de Angeles, Jimena Adúriz y sus hijos, deben sentirse cómodos en caso de que decidan volver. Por eso gentilmente, le solicitaron a la mujer de Mangeri que deje la propiedad. Saettone se negó. No hubo denuncias ni pedidos de desalojo.
El departamento “A” de la planta baja permanece vacío y con las persianas bajas. Sólo regresó uno de los hermanos de la adolescente asesinada, y su abuela. Se llevaron ropa y otros elementos en bolsas. No hubo fletes. El único que se atrevió a dormir en la vivienda fue Sergio Opatowski. El padrastro reapareció en julio. Habló con la prensa, se llevó algunas cosas y se fue.
En tanto, la mamá de Angeles se refugia junto a su pareja en la casa de su hermana en la zona norte del Conurbano. En cambio, el hermano de la víctima Juan Cruz, se mudó a otro departamento de Palermo con su papá Franklin Rawson, para poder continuar con sus estudios.
El jueves pasado, se cumplió el cuarto mes del crimen. Adúriz eligió una foto para recordar a su hija. Su padre, lo hizo a su modo: “Cuatro meses... hoy no me salen las palabras para expresar lo que siento...”, escribió en su muro de Facebook y repitió el mensaje en Twitter. Franklin recibe a diario comentarios y menciones de otros usuarios. Desde el viernes, se multiplicaron los mensajes que relacionan el crimen de Angeles con el de Araceli Ramos, hallada muerta en un descampado de La Matanza.
Pese a que Mangeri sostuvo su inocencia en un programa de televisión, la defensa no apeló y el procesamiento por homicidio simple quedó firme.