SOCIEDAD
EN PLENO BUENOS AIRES

Luego de un extraño incendio, 80 familias acampan en la calle

A una semana del siniestro, los afectados dicen a Perfil.com que fue intencional. Fotos y video.

Así viven hace 7 días las familias que habitaban el edificio.
| Perfil.com

Eran las 3 de la mañana cuando Rosa se despertó precipitadamente. Un murmullo en el pasillo le hizo notar que algo no andaba bien. Inmediatamente levantó a sus tres chicos de la cama y salió a la calle. El edificio se estaba prendiendo fuego. Desde entonces, al igual que las 80  familias que se alojaban en el lugar, Rosa vive en la calle.

La semana pasada, un misterioso incendio se produjo en el barrio de Monserrat. En el edificio vivían más de 80 familias que desde entonces no les quedó otra que instalarse en la calle, en la intersección que une Solis y Chile (que quedaron cortadas al tránsito vehicular).

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Según Rosa, una  de las damnificadas, hay dos hipótesis del siniestro: o un cable de luz explotó y provocó el fuego, o fue intencional. La mayoría de los vecinos se inclina por la segunda opción. "Estábamos todos durmiendo y de repente, se empiezan a escuchar gritos del 5° piso que es donde todo empezó. Los bomberos tardaron mucho en llegar y más de dos horas para apagar el fuego", explica Rosa. 

 

Los vecinos denuncian que desde el momento del incendio, tanto la policía como los bomberos fueron muy violentos. Algunos presentan golpes y aseguran que la policía les robó dinero y alguna de sus pertenencias.

 

Casa tomada. Los primeros en habitar el lugar llegaron hace 13 años. Poco a poco los distintos pisos se fueron poblando. La mayoría de las personas que vive son extranjeros y ellos creen que es por eso que los quieren sacar de ahí. Sin embargo, aseguran que el edificio les fue concedido por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

 

Marta es una de las vecinas encargada de la situación para dialogar con el organismo nacional y sostiene que “ANSES nos entregó la posesión de la propiedad, no es ya una casa tomada pero, con todo esto que pasó, la situación se frenó, está en el juzgado. Supuestamente en los próximos días va a venir un perito para poder agilizar nuestra situación y no pasarnos el fin de semana largo en la calle”.

 

Sin solución. Los vecinos del edificio exigen que tanto el Gobierno porteño como Nación se haga cargo de la situación. “Gente del Gobierno de la Ciudad nos trajo comida, colchones, ropa, e incluso nos ofrecieron un subsidio. Pero esto no se arregla así, nosotros no queremos limosnas, nosotros queremos volver a nuestra casa, no queremos estar más en la calle” dice Alcira y agrega: “Si esta fue su manera de desalojarnos porque estábamos a punto de conseguir la propiedad que nos lo digan, pero que no nos maltraten más”.

 

Personal del programa Buenos Aires Presente (BAP) que asiste a personas en situación de calle y catástrofes, y Defensa Civil de la Ciudad estuvieron presentes los primeros días tras el incendio. Según Rosa, desde ayer no les alcanzan más comida y los camiones que cortaban la calle se fueron de un día para el otro.

 

La única ONG que permanece en el lugar desde el primer día es “Proyecto 07”, organización que creó Horacio Ávila, que luego de 15 años en situación calle consiguió trabajo y hoy asiste a personas que viven el drama que él superó. 

 

"Sabemos perfectamente lo que se sufre en la calle, es por eso que venimos a apoyar para que se pueda estar lo mejor posible", explica Horacio. Para él, el hecho de que se produzca un incendio justo cuando estaban por conseguir la escritura de la propiedad es un dato no menor y, al menos sospechoso. 

 

“Es una situación extraña porque justo había determinados papeles que podían dar la posibilidad de que las familias se queden con el edificio cedido por ANSES, y justo cuando se ponen medidores de luz, empiezan a gestionar los medidores de gas, cuando la gente venía pagando años de impuestos, justo da la que casualidad que hay un incendio”, relata Ávila. 

 

Comerciantes enojados.  Alrededor del edificio quemado hay varios comercios barriales pero la mayoría se encuentran cerrados.

 

Una comerciante que quiso reservar su identidad contó a este portal que muchos locales cerraron desde el día del siniestro. "Muchos tienen miedo porque la gente está en la calle y pueden entrar a robar como si nada. Además, esta situación nos perjudica muchísimo porque no permite movimiento. Las calles están cortadas y a la gente le da miedo pasar por el lugar", explica.

 

Los vecinos. La relación con los vecinos de la zona, también es un tanto ambigua. Alcira, una de las damnificadas, asegura que fueron los vecinos los primeros que se acercaron al lugar para socorrer a las víctimas. "Nos dieron agua, llevaron algunos de los bebés a sus casas y nos trajeron ropa para la noche", dice. Sin embargo, hace cinco años los vecinos iniciaron un juicio por el edificio tomado, caso que prescribió pero dejó por sentada una no muy buena relación.

 

(*) Especial para Perfil.com