El crimen de uno de los dueños del afamado local gastronómico "Manolo", Juan Manuel Santurián, de 63 años, a manos de su ex suegro, Miguel Ángel García de 70, conmociona a la comunidad marplatense.
El siniestro que tuvo lugar en un lujoso edificio "Boghoss II" ubicado en avenida Libertad y Salta, en el barrio La Perla, terminó con la muerte del empresario, que residía temporalmente en la ciudad balnearia, y con la del agresor, García, quien se suicidó posteriormente en el sector del estacionamiento.
Mientras avanza la investigación judicial, este miércoles, los tres locales de Manolo, situados en el microcentro marplatense, aparecieron con las persianas bajas y con un cartel pegado en el frente que dice “cerrado por duelo”. Esta es la primera vez que sucede en casi 40 años de trayectoria.
Repercusiones entre los locales. El establecimiento gastronómico se caracteriza por “ser intensamente concurrido por marplatenses y por turistas”, sostiene Gisela Toschi, una socióloga marplatense. “Para que se entienda, si se cierra Manolo, impacta en el movimiento comercial y de consumo de una parte muy importante de la ciudad, pues esta marca está en los primeros lugares de ofertas gastronómicas”. Hay que mencionar, además, que la marca logró sortear diferentes crisis a través del tiempo y que supo expandirse incluso al exterior.
“Al turista no le importa hacer una, o dos cuadras de colas, para ir a comer”, explica Melina Araldi, guía de turismo. “Ir a Manolo es como parte del folckore marplatense, y para el turismo, es una actividad más”. Para la guía, llama la atención que una de las postales de Mar del Plata esté cerrado.
Manolo: la trama familiar detrás del crimen que conmociona a Mar del Plata
(*) Especial para Perfil desde Mar del Plata.