El fanatismo no conoce de nacionalidades, y los cánticos pueden sonar igual en hindi que en inglés, en bengalí o en español cuando se trata de vitorear a un ídolo. Por eso, se pudo comprobar que el “Diego, Diego” no conoce de nacionalidades y fue el grito “oficial” ayer en Calcuta, India, adonde llegó Diego Maradona invitado por la Fundación de la Madre Teresa.
El avión que lo transportaba desde Buenos Aires junto a su novia, Verónica, arribó a la 1.25 hora local (19.55 de la Argentina) del sábado al aeropuerto internacional Netaji Subhas Chandra Bose, donde fue recibido por el ministro de Deportes, Subhas Chakraborty, quien le obsequió un ramo de flores a modo de bienvenida. Desde allí partió en un micro que tenía unos grandes ventanales para que los fanáticos –que provocaron el corte del tránsito en las cercanías de la terminal– que lo esperaban desde la noche, munidos con linternas y velas para iluminar su camino, pudieran verlo. “Lo invitamos porque es una leyenda viva del fútbol. Viene para inaugurar una escuela de fútbol y un complejo deportivo que llevará su nombre”, declaró el diputado Samik Lahiri, responsable de la gestión del viaje del Diez.
Fiesta popular. El itinerario de Maradona, que estará dos días en la capital bengalí, incluye también una visita al centro de las Misioneras de la Caridad y una cena benéfica en donde se subastarán elementos que el DT utilizó a lo largo de su carrera.
Las calles estaban inundadas con carteles, imágenes y banderas con el rostro del nuevo “Dios hindú”, al que vitorearon más de 50 mil personas en lo que fue descrito como un “ambiente de carnaval” ya que, además, muchos fans lucían carteas con el retrato del jugador. Tal es el grado de adoración hacia Maradona, que su llegada fue transmitida en directo por todos los canales locales de televisión. Además, la caravana de Diego fue custodiada casi como un superclásico, con más de 5 mil efectivos policiales entre los que se encontraban la FAR (Fuerza de Acción Rápida) y los comandos.
A pesar de que el cricket es el deporte más popular en la India, el fútbol tiene el trono en Calcuta. Por eso a su paso el astro futbolístico pudo ver a chicos, jóvenes, adultos y hasta a mujeres enfundadas en sus saris tradicionales alentándolo. “Estuve esperando más de una hora. Soy una gran fanática de Maradona”, dijo a una agencia local Ratna Sen, un ama de casa que aseguró haber viajado 25 kilómetros sólo para ver la llegada del Diez. “Maradona es nuestro dios. Hasta ahora, sólo habíamos escuchado hablar de él. Sólo con verlo en persona ya estamos bendecidos”, declaró otro fanático a la agencia india PTI, ya que en esa tierra existe una tradición hindú llamada darshan, que significa “bendición por contacto visual”.
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