La noticia de la muerte de Inés Zorreguieta, la hermana menor de la reina Máxima de Holanda, guarda una serie de similitudes con lo que le ocurrió once años atrás a Érika Ortiz, hermana de la reina consorte de España, Letizia.
Inés, de 33 años, fue encontrada sin vida en su departamento de la localidad de Almagro este jueves. Según publica el diario La Nación, una fuente oficial del gobierno holandés les expresó: "Confirmo que Inés Zorreguieta, hermana de la Reina Máxima de los Países Bajos, murió el miércoles por la noche. Se presume que se trató de un suicidio".
La joven se graduó en 2008 en Psicología en la Universidad de Belgrano, donde presentó la tesis titulada: “Diferencias de género en el suicidio y conductas vinculadas”. Luego comenzó a trabajar en la ONU en Panamá en varias áreas de investigación y análisis, en Recursos Humanos y Comunicaciones. Tres años después volvió a la Argentina por una separación con su pareja de ese momento.
En 2012 se conoció que la joven sufría de anorexia, la cual acompañada por una fuerte depresión, derivó en que debiera ser internada en la clínica neuropsiquiátrica Avril de Buenos Aires. De perfil bajo, había sido designada con un puesto en la Dirección General de Administración de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación en febrero de 2016.
Desde la Casa Real holandesa emitieron un comunicado donde revelan que la Reina Máxima se encuentra “conmocionada y desolada” tras la noticia del fallecimiento de su hermana. Por el momento, canceló todos sus compromisos de esta semana.
Por otro lado Ortiz, falleció el 7 de febrero de 2007, a los 31 años cuando su hermana Letizia era Princesa de Asturias. En su caso, también fue hallada sin vida en su casa Valdebernardo. La mujer tenía una hija de seis años llamada Carla, fruto de su relación con el escultor Antonio Vigo, un licenciado en Bellas Artes, de quien se había separado meses antes de su deceso. La autopsia determinó que la mujer murió a causa del consumo masivo de pastillas.
Al día siguiente de su muerte y después del entierro, con lágrimas bajando por su rostro y embarazada de siete meses de su segunda hija, Letizia agradeció ante la prensa las condolencias a “todos aquellos que os habéis sentido apenados por la muerte de mi hermana pequeña”.
