De cada mil bebés que nacen en la provincia de Mendoza fallecen once por causas evitables como el bajo peso o la prematurez, según datos oficiales que detallan que hubo 365 muertes de bebés durante 2007, lo que equivale a decir que murió uno por día.
Las principales causas de las muertes son infecciones, malformaciones, falta de control adecuado en el embarazo y mala alimentación de la madre. La consecuencia directa de los últimos dos factores deriva en bajo peso al nacer, con valores inferiores a los 2.500 kilogramos, según indica Los Andes.
La tasa provincial de muerte no se aleja demasiado de las estadísticas oficiales. En 2003, la tasa fue de 11,01 y se elevó a 13,43 en 2004. Luego volvió a descender en 2005 con 11,42 y un año después subió a 11,74 para volver a bajar levemente al 11,06 en 2007.
"Es más vulnerable un recién nacido con bajo peso que ha llegado a los nueve meses que un bebé prematuro con el peso adecuado", explicó Silvia Dávila, directora de Promoción, Prevención y Atención Primaria, y pediatra.