Mientras expertos mundiales alertan a los gobiernos sobre la importancia de reducir las emisiones
de carbono,
varios países europeos inaugurarán cerca de 50 plantas de carbón –el combustible más
sucio del planeta- en los próximos cinco años.
Pese a que durante las negociaciones sobre cambio climático están entre los más
comprometidos con la causa,
Italia , Alemania y el Reino Unido, entre otros, planean instalar plantas de carbón para
reemplazar al petróleo, cuyo precio internacional sigue en aumento.
Enel, la principal planta productora de electricidad de Italia, se está pasando del petróleo
al carbón, y la situación se repite en casi todo los países de Europa. Mientras tanto,
ya hubo protestas de ecologistas en Alemania, República Checa e Inglaterra,
informó el
New York Times.
La utilización del carbón como fuente de energía en los países en vías de desarrollo era uno
de los desafíos más grandes a la hora de frenar el cambio climático, pero
si Europa se suma a este combustible la lucha por detener el deterioro del medio ambiente
se volverá imposible, estimaron varios expertos.
Mientras tanto, las empresas europeas se defienden argumentando que no les queda opción más
que pasar al carbón, dado que
el precio del petróleo aumentó un 151% desde 1996. Dicen, además, que como hay
muchos países productores, hay más margen para negociar el precio.
Según el
New York Times, en condiciones óptimas el carbón produce el doble de dióxido de carbono
que el gas natural y también supera al petróleo.