Un reconocido productor agropecuario de Santiago del Estero, hermano de un ex intendente del departamento de Robles, murió por las picaduras de abejas que lo atacaron cuando realizaba tareas de desmalezamiento en su campo, ubicado a unos 60 kilómetros al sur de la capital provincial.
La víctima mortal fue identificada como Juan Fernández, de 74 años, quien fue hallado muerto esta mañana por sus hijos al costado de un canal de riego, en el paraje La Blanca, departamento Robles.
La muerte del hombre, quien vivía solo en su campo, impactó a los habitantes de la ciudad de Fernández, capital de ese distrito, ya que era integrante de una conocida y tradicional familia del lugar, donde su hermano, Luis Fernández, fue concejal, diputado provincial y ex intendente, informó DyN.
Según pudieron reconstruir sus familiares y los policías de la Seccional 35, junto a un médico de la fuerza, a última hora de la tarde de ayer el hombre manejaba su tractor con una rastra para desmalezar un camino que corre paralelo al llamado "canal del este".
Al parecer, con la rastra golpeó un tacho en desuso en el que abejas silvestres habían construido su colmena, las que reaccionaron atacando al conductor. El hombre, desesperado, habría corrido hasta el canal y se arrojó al agua, pero unos metros más adelante habría salido al terraplén de tierra, donde falleció y fue hallado por sus hijos.
La víctima mortal fue encontrada esta mañana cuando los hijos llegaron al campo y les llamó la atención que no estuviera en la casa y tampoco trabajando en el predio, como era habitual. Los familiares y la policía hallaron el tractor fuera del camino y el cuerpo a pocos metros, mientras que las abejas permanecían merodeando el lugar.
Medios santiagueños se hicieron eco de la conmoción que provocó en la provincia la muerte de Fernández.
El 26 de octubre de 2011, un hombre murió y otras diez personas sufrieron picaduras de distinta gravedad cuando un enjambre de abejas atacó al cortejo fúnebre que sepultaba a una mujer en un cementerio del paraje santiagueño de Mistol Pozo.
La muerte de Hilario Coronel, de 63 años, a sólo doce minutos de haber sido picado por las abejas, conmocionó a los familiares y amigos que participaban de las exequias, quienes huyeron del cementerio sin concretar la ceremonia fúnebre y pidieron ayuda a la policía.
