Primero fue un rumor y, como tal, encendió las redes sociales y grupos de chats barriales de Nordelta, el exclusivo barrio cerrado de Tigre: la intención de que dos líneas de colectivo circulen por las avenidas que comunican entre sí a los barrios de la Ciudad Pueblo generó polémica en algunos de los 40 mil vecinos que viven en el barrio cerrado, al que entran unas 8 mil personas para trabajar todos los días.
Según averiguó PERFIL, la iniciativa cuenta con el visto bueno de la intendencia de Tigre, y consiste en que las líneas 722 y 723 transiten por esas avenidas principales, denominadas troncales, que si bien no son propiedad del barrio, tienen su circulación controlada por la seguridad del lugar. En la actualidad, el único transporte que recorre internamente las calles es la empresa privada Mary Go.
El proyecto contempla que dos ramales ingresen por el Acceso Benavídez, uno hacia el Norte (Golf) y otro hacia el Sur (ruta 197 y Corredor Bancalari). Otro entraría por el Acceso Sur y recorrería la Avenida de los Lagos hasta el Acceso Norte, y continuaría por la ruta 27 hasta la estación Tigre del Mitre. La circulación se habilitaría de lunes a viernes hasta las 21 y los sábados hasta las 13. No circularían de noche, domingos, ni feriados. Los servicios operarán en horas pico y en caso de hacerlo en otros horarios, su frecuencia será cada 60 minutos hasta las 21.
Si bien esta es la propuesta oficial, no es la definitiva. Hasta el próximo 23 de marzo se analizarán diferentes propuestas en tal sentido. Para ello, se conformó una Comisión de Transportes, integrada por los directores de los barrios y la Asociación Vecinal Nordelta (AVN).
Si bien el rechazo es generalizado por parte de la mayoría de los vecinos, también existen algunas posturas más flexibles pero guardando algunos reparos. “La mayoría se opone, pero si la desarrolladora y la AVN garantizan y refuerzan la seguridad en esas vías de tránsito, no veo inconvenientes para que circulen los colectivos”, aseguró Rodrigo, vecino del barrio Portezuelo. “Los que se oponen sienten que pierde esencia uno de los pilares del barrio, el doble anillo de seguridad que se debe franquear para ingresar a los barrios”, explicó.
“Nordelta es una ciudad con 35 mil vecinos que necesitan conectividad a través del transporte público. Instalaremos cámaras en las paradas de buses y agregaremos más tecnología en las troncales que nos permitan tener visibilidad desde la Central de Monitoreo”, aseguró a este diario Diego Moresco, gerente general de la desarrolladora.