La Inspección General de Seguridad (IGS) investiga a tres penitenciarias, un oficial y un preso del penal de Boulogne Sur Mer que habrían participado de una orgía, según publica el diario Los Andes de Mendoza.
El caso se conoció por unas fotos guardadas en un celular que pertenece al preso y en las que se ven claramente a las agentes y a el interno. El teléfono fue secuestrado tras una requisa.
Todo ocurrió el 26 de agosto pasado en el sector de manualidades del penal de Bolougne Sur Mer, pero también se investiga un hecho similar, y con los mismo protagonistas, ocurrido en el sector de consejería, por donde se ingresa al penal provincial.
“El hecho es aberrante y un verdadero papelón”, manifestó el presidente de la IGS, Félix Pesce, en declaraciones a Radio Nihuil. “Realizamos la denuncia ante la Inspección general de Seguridad, que es la encargada de realizar los sumarios administrativos”, explicó el subsecretario de Justicia, Sebastián Godoy Lemos.
“Se dispuso judicializar el hecho primero por el incumplimiento de deberes de funcionario público de parte de esta penitenciaria y segundo a fin de solicitar la autorización correspondiente para bajar el resto de las fotografías que se encontraban dentro del teléfono de un interno, el cual fue encontrado en una requisa habitual del penal”.
Las mujeres pertenecen a la planta temporaria del personal penitenciario y una de ellas estaría más comprometida, ya que es quien aparece desnuda.
"La IGS ordena la denuncia penal a la fiscalía de la Capital esperamos que un corto plazo se resuelva el caso que es desagradable pero lo importante es que no quede impune”, detalló Pesce, pues a las empleadas se les iniciará un sumario administrativo además de la causa penal, como se procede en estos casos cuando algún uniformado no ha cumplido sus deberes.
Hace una semana salió a la luz un hecho similar, pero el escenario fue el museo de la Policía. Un funcionario encargado de custodiar el Museo Policial armó una “fiestita” y tomó fotos para mostrarlo. El efectivo, que pertenece al Cuerpo de Apoyo de la Policía, fue denunciado en octubre pasado, pero el caso lleva nueve meses siendo analizado.
El custodio fue denunciado por un policía que vio las fotos de la “fiestita” cuando éste las bajó a su computadora. Luego se supo que el encargado de cuidar el museo, que guarda centenarios trajes y armas de las fuerzas, usó la ropa patrimonial para disfrazarse y sacarse fotos con sus amigas, quienes incluso hicieron una especie de Streep-tease.
El custodio no tuvo mejor idea que usar un pen drive que le habían dado en la fuerza para descargar en su computadora el recuerdo de tan estrambótica noche.