La simulación de la locura ha sido habitual estrategia para evitar la cárcel. Y el chaleco, un disfraz para evadir los pabellones de las unidades penitenciarias.
Patricio Santos Fontanet permanece atado en una de las camas del sanatorio psiquiátrico Morra desde que conoció la orden que indicaba su inmediata detención. Sobre él pesa una condena de siete años de prisión y la sospecha de simulación. Sin embargo, las pericias determinan que el músico no lleva disfraz: padece una "crisis depresiva psicótica con riesgo suicida", razón por la cual el juez Luis Massiz decidió que el líder de Callejeros no sea trasladado al penal de Ezeiza con el resto de la banda.
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