Se presentó la semana pasada en la Legislatura porteña un proyecto para prohibir los vip en los boliches. Su impulsora, la legisladora Rocío Sánchez Andía, de la Coalición Cívica, asegura que, de aprobarse, se terminaría con una situación de discriminación fuertemente arraigada en la sociedad, y además ayudaría a combatir la prostitución que muchas veces toma esos lugares como vidriera.
El patovica de la puerta es la primera barrera para ingresar: determina si uno es apto o no para el boliche. Adentro, la situación no siempre mejora: los que pasan la prueba, luego de pagar su entrada, no necesariamente tienen acceso a todo el lugar. Los sectores vip suelen reservarse para futbolistas, modelos y famosos, mientras los demás miran de afuera. En los fundamentos del proyecto se considera que esto atenta contra la igualdad de las personas.
“El mercado va generando esos privilegios y la sociedad lo acepta; el Estado debe garantizar que esto no se naturalice, pero también debe haber un cambio cultural”, considera la legisladora. El proyecto explicita que ni siquiera se permitirá la denominación vip (del inglés, very important person) para diferenciar los distintos espacios. La prohibición se extendería también a restaurantes, bares o salas de espectáculos. En caso de incumplimiento, el establecimiento podría ser clausurado hasta por treinta días, y la multa llegaría los $ 30 mil.
Continúe leyendo la nota en la edición impresa del diario PERFIL