Velas de windsurf, torneos de remo y decenas de kayaks flotando en el Río de la Plata. La escena no fue tomada de una de las playas de los partidos del norte del Conurbano bonaerense, sino que formará parte del paisaje habitual de la Costanera Norte porteña: la Comuna 13, junto con el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, proyecta lo que aseguran que será la primera bajada gratuita para deportes náuticos dentro de la Ciudad.
La iniciativa formará parte del nuevo parque para deportes extremos que ya se comenzó a construir en un predio de 7,5 hectáreas en Avenida Costanera Rafael Obligado y La Pampa, entre el boliche Pachá y las amarras para embarcaciones más grandes del complejo Puerto Norte. En ese mismo lugar, justo en el límite entre Belgrano y Núñez, funcionaba hasta 1998 el balneario Coconor, pero luego de varios proyectos para transformarlo en un espacio público hoy es sólo un conjunto de edificios abandonados, matorrales y mucha arena.
El nuevo centro náutico tendrá en un principio dos bajadas al río: una con la pendiente adecuada para ingresar con botes para practicar remo y otra con una pequeña playa para llevar kayaks o tablas de windsurf. Incluso se podrá hacer kitesurf, un deporte que consiste en dejarse llevar por el viento con una especie de paracaídas y sobre un esquí. Las únicas embarcaciones que no estarán permitidas son las que requieran un certificado especial de Prefectura (lanchas, veleros o motos de agua, por ejemplo).
“Desde hace años Buenos Aires le da la espalda al río, y este proyecto busca comenzar a revertir eso: va a ser el primer lugar donde la gente va a poder no sólo pasar un momento frente al agua, sino incluso tocarla”, consideró Gustavo Acevedo, presidente de la Junta Comunal e impulsor de la iniciativa.
Desde el ministerio aclararon que todavía está pendiente la autorización de Prefectura. “Si se obtiene, será una bajada deportiva, y si no, recreativa”, indicaron. Fuentes de Comuna confirmaron que ya comenzaron el trámite y confían en que no haya impedimento legal. Según informaron, ya existe un puesto de control a pocos metros para seguir el tráfico de los barcos amarrados.
En un principio no se prevé la instalación de guarderías, por lo que los usuarios deberán traer sus propias embarcaciones y llevárselas al finalizar. Sin embargo, se proyecta construir un estacionamiento descubierto para unos 350 autos, al que se agregan los lugares públicos cerca del Parque Tierra Santa. También habrá vestuarios y un bar concesionado, en un viejo edificio del balneario que será reacondicionado.
Quedaron como herencia de otras épocas cerca de 800 metros lineales de gradas de cemento frente al río, que se planea aprovechar para organizar competencias náuticas. Las propias tribunas forman además una bahía artificial en la costa oriental del predio, que protegerá a los navegantes del viento. Por eso se proyecta destinar ese lugar a los deportistas principiantes.
Como en Perú Beach, la conocida playa de San Isidro, el náutico porteño también tendrá opciones para los deportistas terrestres. El parque de deportes extremos al que estará integrado tendrá un espacio para hacer skate de 2.500 m2, una pared para escalar y un circuito de mountain bike, entre otros. El proyecto costará unos 11 millones de pesos.
“Será un parque temático multidisciplinario y tendrá la primera pista de longboard en Argentina. Buscamos agrupar diferentes deportes extremos que cada vez se practican con más frecuencia en los espacios públicos, generando muchas veces situaciones de riesgo. Por eso pensamos en un espacio diseñado especialmente para hacer esas actividades con seguridad”, indicó el Ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli.
