En medio del escándalo por el caso Pomar, el Gobierno bonaerense dio a conocer ayer la conformacíón una nueva cúpula de la policía provincial, a cuyo frente seguirá Juan Carlos Paggi, mientras un jefe de turno de la DDI de Pergamino fue desafectado al conocerse que hubo un llamado telefónico que no habría sido atendido, vinculado a la desaparición de la familia hallada muerta.
La nueva conducción policial contempla el retiro de cuatro superintendentes que tuvieron relación con la investigación del caso, pese a que las autoridades habían asegurado que "no había ninguna purga".
El desplazamiento del oficial pergaminense se concretó tras una inspección de la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad en la Jefatura Departamental y la DDI de Pergamino, al cabo de la cual se detectó el llamado.
"Encontramos un llamado al 911 cuyo tratamiento es motivo de investigación y en base a ello se ordenó la desafectación de un comisario que era jefe de turno", precisó el auditor adjunto José Guerrero, quien prefirió no ahondar en el caso.
El propio ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, confirmó el desplazamiento y manifestó al canal C5N que podría haber más relevos si se descubren responsabilidades policiales en los errores cometidos en los rastrillajes en busca de la familia Pomar, hallada muerta 24 días después de haber desaparecido.
Stornelli -quien inicialmente afirmó que no había "ninguna purga"- dijo que quien "no haya comunicado debidamente" a la fiscal de Pergamino Karina Pollice información del caso o "no haya actuado conforme al proceder va a ser desafectado". Así, las anomalías en el caso tuvieron nuevos fusibles con los cambios en la jerarquía de la policía, concretamente en cuatro superintendencias sensibles que tuvieron relación con la pesquisa. Los removidos fueron los jefes de Investigaciones en Función Judicial Antonio Torreira, de Seguridad Vial Ernesto Giménez, de Coordinación Operativa Ernesto Aragüez y de Región Interior Mateo Barragán. De todos modos, Stornelli dispuso mantener a Paggi como jefe de la Policía Bonaerense.
El trágico final de Fernando Pomar (40), su esposa Gabriela Viagrán (37) y sus hijas Candelaria (6) y Pilar (3), hallados muertos en Gahan (Salto), camino a Pergamino al parecer en un accidente de tránsito en la ruta 31, abrió una nueva polémica instalada por el intendente radical de Pergamino, Héctor Gutiérrez. El funcionario dijo que cuando comenzaron a buscarlos "hubo una llamada al 101 de que ese día hubo un accidente" en la zona donde hallaron los cuerpos.
Agregó que cuando el padre de Pomar fue a hacer la denuncia por la desaparición a la Policía Federal, un cabo le informó que "habría habido un accidente en esa zona, en un horario similar", pero que los investigadores "desecharon esa información".
Para Gutiérrez, por eso y otras fallas "hay responsabilidades políticas" del Gobierno bonaerense, y "el subsecretario de Investigaciones (Paul Starc) debería dar un paso al costado".
Stornelli replicó con dureza a Gutiérrez al afirmar que "lo que dice el intendente es mentira". El ministro confió que Gutiérrez le había expresado la necesidad de desplazar al jefe de la DDI de Pergamino, Julio Golpe, "cuando empezó el caso Pomar", pero que "luego se conversó con el intendente y se acordó postergar este cambio para cuando se esclarezca el caso".
Golpe fue relevado con el titular de la Departamental de Pergamino, Roberto Gabín y el jefe del Destacamento Vial de San Andrés de Giles, Carlos Marano, por no rastrillar bien la zona donde fueron encontrados los cuerpos que la Justicia dispuso hoy trasladar a Pergamino desde la morgue de Lomas de Zamora, donde se les realizaron las autopsias.
Stornelli dijo que se sigue investigando a la policía y que "cualquiera que tenga relación con una inconducta, falta de profesionalismo o de ejecución de las tareas ordenadas muy específicas de revisar la ruta 31 en ambos lados" enfrentarán "las responsabilidades administrativas o penales que competen".
Los dichos del intendente fueron desacreditados también por el abogado Carlos Ferreyra, de la familia Pomar, y por la fiscal Pollice, quien reconoció que hubo fallas en los rastrillajes.
En tanto, la fiscal reseñó que "el papá de Fernando Pomar fue a la Policía Federal y allí, según él, un cabo se comunica delante suyo con todas las dependencias policiales, desde José Mármol a Pergamino por rutas 7 y 8, y luego de hablar el cabo le dijo: 'Quédese tranquilo señor Pomar, hubo un accidente pero en San Andrés de Giles y el auto es otro, no un Duna Weekend'".
De la policía, Pollice dijo: "Tengo que confiar en las órdenes que di y en los reportes que tengo. Si hubieran rastrillado esa zona, como dijeron, hubieran encontrado los cuerpos". Añadió que la cantidad de rastrillajes policiales en busca de los Pomar ascendió a "tres" y que fueron "aéreos".
Por su parte, Ferreyra aseguró que "no tengo ninguna información de que hubiera ocurrido" un llamado de alerta al servicio 101: "Yo me manejo con los datos objetivos que tenemos nosotros". Pero se quejó: "Si hubieran rastrillado palmo a palmo se hubiera encontrado antes el auto y los cuatro cuerpos.
Sobre la cúpula policial, Stornelli, a instancias del gobernador Daniel Scioli, había pedido las renuncias para analizar su actuación.
Los Pomar salieron de su casa de José Mármol el sábado 14 de noviembre pasado en su Fiat Duna Weekend para ir a Pergamino a visitar a su familia, pero nunca llegaron a destino.
Tras la denuncia de la desaparición se montó un operativo de búsqueda sin resultados positivos. El pasado martes por la tarde los cadáveres del matrimonio, sus dos hijas y su perrito fueron hallados entre pastizales a 40 metros de la ruta 31, en Gahan, casi llegando a Salto.
Fuente: DYN