“Presidiendo la sesión en @SenadoArgentina entre andamios. Por primera vez en su historia se está restaurando la cúpula”, escribió la vicepresidenta Gabriela Michetti en su cuenta de Twitter, junto a una foto donde se veían los andamios que mediaban entre ella y los senadores.
Expuso así el trabajo que esta semana comenzó a realizar el equipo de restauradores del edificio del Congreso Nacional, en el marco del Plan Rector de Intervenciones Edilicias (PRIE), un plan que comenzó en 2012 y que trabaja en pos de recuperar y preservar el patrimonio cultural del Palacio considerado Bien Histórico y Artístico de la Nación.
Las obras demorarán cerca de ocho meses, y debieron comenzar ahora que hay actividad parlamentaria, sin esperar al receso de verano, ya que la estructura comenzaba a tener desprendimientos en sus vitrales y ornatos que implicaban un riesgo. Por eso, en el Salón Azul se instaló también una malla de protección.
En concreto, lo que se está haciendo por primera vez allí es restaurar las ventanas termales semicirculares que se encuentran en la parte superior del salón y que nunca habían sido intervenidas en la historia del Congreso. De la cúpula se intervino una parte el año pasado, cuando se trabajó sobre la cubierta metálica. Quedará pendiente la parte inferior del salón.
Además, se está realizando limpieza en los revestimientos, intervención en las baldosas –a las que se les elimina la suciedad y capas de cera acumuladas–, y un relevamiento del estado de las luminarias y los mármoles. Por primera vez, es un equipo propio el que trabaja en el lugar, ya que la última puesta en valor que había tenido el Senado fue en el año 2009.
“El restauro es un proceso delicado que cuando se hace bien lleva mucho tiempo. Todo lo que se trabaja es original, se lo arregla y conserva. Para eso estudiamos componente por componente, basándonos en las últimas técnicas de restauro patrimonial, para alcanzar la máxima efectividad en el tratamiento con la mínima intervención”, explica a PERFIL Guillermo García, arquitecto especializado en patrimonio cultural y asesor del PRIE.
De las restauraciones participan también especialistas de universidades nacionales, con las que las direcciones de ambas cámaras generan convenios, y que aportan laboratorios donde realizar los trabajos de especialización.
Desde su creación, el PRIE ya cuenta con 95 restauradores propios que destinados a los trabajos en la Cámara de Diputados, y otros 50 que se dedican exclusivamente a las mejoras en el Senado.