Dentro de la amplia problemática de la salud mental hay un puñado de situaciones de conflicto –que no son frecuentes–, pero que cuando ocurren generan una disrupción enorme en la ya usualmente sufrida atención de las guardias médicas. Se trata de ciertas emergencias en psiquiatría, especialmente cuando el paciente tiene algún brote o crisis aguda. Para poder encararlo de la mejor forma, un grupo de entidades médicas y organizaciones profesionales armaron un Consenso con pautas y sugerencias sobre qué debe hacer el equipo de una guardia ante estos casos.
“En los hospitales públicos no es tan complejo, porque siempre hay guardias psiquiátricas. Pero en la CABA hay una centena de clínicas privadas y sindicales y estos centros no suelen tener guardia con psiquiatría. Por eso a veces se dan situaciones muy disruptivas y violentas, donde nadie sabe muy bien cómo actuar y eso afecta muchísimo al paciente y, también, toda la atención de la guardia”, le explicó a PERFIL la legisladora de la Ciudad Ana María Bou Pérez, del partido Vamos Juntos. Ante este panorama, y tras haber presenciado algunas de estas situaciones personalmente, Bou Pérez coordinó un trabajo interdisciplinario que se extendió a lo largo de 18 meses y que acaba de publicar el primer Consenso de Buenas Prácticas Clínicas en Urgencias en Salud Mental para Clínicas Polivalentes.
En el documento, armado por profesionales de salud mental, delegados de clínicas, la UBA y el aporte de la Superintendencia de Servicios de Salud del Ministerio de Salud de Nación, se plasmó una serie de pasos y respuestas unificadas para, dentro de las posibilidades de cada entidad, afrontar de la mejor manera estas situaciones poco prevalentes, pero de alto impacto.
“En el consenso detallamos desde los datos que debe recabar quien recibe el pedido de ayuda, qué términos técnicos utilizar, cómo tramitar las derivaciones o qué datos debe tener el médico que acude a una llamada de este tipo, entre otras cosas”, dijo Bou.
Algo llamativo y positivo que destacó la exministra de salud de CABA es que se llegó a este consenso “con el aporte de todos los sectores profesionales involucrados y también pudimos sumar contribuciones del Ministerio de Salud de Nación pese a que, como se sabe, es de otro color político”.
Finalmente, otro punto importante que propone el Consenso es que todas las instituciones de salud realicen un par de veces al año simulacros de situaciones, para que los equipos ensayen la respuesta adecuada.