SOCIEDAD

Quieren rematar la farmacia del abuelo de Perón

Stella Maris, una joya del estilo Art Noveau y muestra el progreso en la primera mitad del siglo XX . Ahora está en peligro. Vea la galería. Galería de fotos

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| Telam

El local de Moreno 2229, esquina con Pichincha, en el barrio porteño  de Balvanera, parece el portal a un tiempo muy lejano. Es la entrada a  la farmacia Stella Maris, fundada en 1880 por un tal Tomás Liberato  Perón, un reconocido médico que a la postre sería recordado por ser el  abuelo del ex presidente Juan Domingo Perón.

La farmacia es sin duda un monumento histórico. Conserva todos sus  muebles, sus vitrales e incluso sus frascos, fabricados a fines de  siglo XIX y comienzos del XX. Sin embargo, ese mobiliario está siendo  rematado y el negocio corre el mismo riesgo según denuncia la ONG  Basta de Demoler.

"A los dueños de la farmacia ya no les resulta un buen negocio y por  eso dejaron la actividad; sólo quedan esos muebles fabulosos, que  ahora funcionan como escaparates de una feria americana desde hace  poco tiempo”, explicó Santiago Pusso, de Basta de Demoler, al diario  Crítica de la Argentina.

“Hace tres días nos enteramos de que los muebles están en venta y  estamos buscando algunas alternativas para evitar ese
desmantelamiento, pero el dueño del lugar nos dijo que lleva mucho  tiempo tratando de que alguien comprenda el valor histórico de la  farmacia, y que ya no puede sostener más el lugar”, completó Pusso,  quien agregó que “algunas agrupaciones y el propio Partido  Justicialista” estarían analizando la compra del lugar.