Con la mirada puesta en potenciar la movilidad sustentable y ordenar los espacios públicos, desde este 14 de diciembre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzará a trabajar en la transformación de la avenida Del Libertador. Uno de los principales corredores viales porteños, que va desde Retiro y llega hasta la avenida General Paz.
El objetivo, según explicaron las autoridades porteñas a través de una video conferencia de la que participó PERFIL, apunta a convertir a la tradicional arteria en la primera “calle compartida” del ámbito porteño.
El proyecto contempla la recuperación del espacio para el peatón, la incorporación de ciclovías unidireccionales en cada lado de la avenida, la creación de plataformas para la espera del colectivo, la integración de nuevos árboles en la traza, y la implementación de tecnología para mejorar la circulación vehicular. Se trata en definitiva, de una combinación de modos y no la priorización de unos sobre otros.
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De esta manera, la avenida se transformará en “un corredor amigable” de 11 kilómetros de extensión en la cual quedará ordenada la circulación de peatones, ciclistas, pasajeros de transporte público y conductores, mejorando así la experiencia de todos los usuarios de las avenida. Será, además, el primer corredor metropolitano ciclista que unirá Retiro con Vicente López.
La iniciativa contempla la liberación de 5000 m2 de espacio peatonal en las veredas, y se construirán 60 plataformas de ascenso y descenso de colectivos, que se estiman beneficiarán a unas 30 mil personas en total. Respecto a la intermodalidad, en tanto, el proyecto abarcará a 23 líneas de colectivo, el centro de trasbordo Retiro, la estación de subte Facultad de Derecho, las estaciones viaducto Mitre y del sistema Ecobici. Se estima que beneficiará a 250 mil personas
Según el Masterplan, la obra comenzará a ejecutarse mañana, se realizará en tres etapas y se extenderá durante 11 meses. La inversión total será de unos 1.200 millones de pesos. La primera fase de la obra abarcará el tramo de Libertador que va desde General Paz hasta el Viaducto Mitre.
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El plan urbano contempla también el rediseño de los carriles habilitados para vehículos particulares y de transporte público –que actualmente oscila entre 6 y 12 carriles–, según el barrio o la zona que recorre.
Sobre este caso puntual, y ante la pregunta de este medio, Juan José Méndez, secretario de Transporte y Obras Públicas porteño aseguró que “no se verá afectada la cantidad de carriles, ya que los mismos tendrán un ancho que van desde los 2.90 a 3.20 metros. Será un reordenamiento de los espacios sin perder capacidad de circulación vehicular, tal como ocurrió en la avenida 9 de Julio o en la AU 25 de Mayo, cuando se incorporó el carril exclusivo para el transporte público”.
Consultado sobre la modificación de los máximos de velocidad en la avenida, el titular de la Secretaría sostuvo que “si bien por el momento no los habrá, se estima que más adelante puede ser que se hagan algunos ajustes en las velocidades máximas de algunos puntos de la traza”, agregó.
Según se espera, y de acuerdo con experiencias similares en otras ciudades del mundo, el proyecto potenciará los diferentes usos de la avenida Del Libertador, que cuenta con una amplia oferta cultural de centros, museos e hitos turísticos. Entre estos se destacan el Cementerio de la Recoleta, el MALBA, el Centro Cultural Recoleta, el Jardín Japonés, el Museo Nacional de Bellas Artes; el Museo de Arte Decorativo; la Biblioteca Nacional; el Espacio de Memoria y Derechos Humanos y Museo.
También diferentes instituciones recreativas y espacios públicos tales como el Club Ciudad, Obras, el Golf, el Parque Tres de Febrero, la Floralis Genérica, la Facultad de Derecho, el Centro de Convenciones Buenos Aires, el Parque Thays, el Rosedal, y el Planetario. Entre los centros comerciales se destacan el Patio Bullrich, el Paseo Alcorta y el Recoleta Mall.
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Calles compartidas
Se trata de un término que varía según el país (calles completas, calles conscientes, entre otras), y la intención es referir a la práctica de planificar, diseñar y operar calles para que todos los modos de transporte y los usuarios tengan el mismo nivel de acceso a la movilidad urbana.
Las calles compartidas crean un ambiente seguro y cómodo para personas de todas las edades, género y capacidades. De esta manera, que los vecinos elijan desplazarse a pie, en bicicleta, en transporte público o en vehículo motorizado no debería suponer ningún impedimento ni obstáculo urbano.
Este tipo de calles se observan con distintos diseños en la Gran Vía o Paseo Federico García Lorca, em Madrid; avenida Santos Dumont, en Belo Horizonte; Queens Quay, en Toronto; Oxford Circus, en Lóndres, o en Nørrebrogade, en Copenhague.
Desde el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus iníciales en inglés) sostienen que “las calles compartidas aseguran la accesibilidad para todos los usuarios, de manera democrática”, y que el concepto representa un cambio del paradigma tradicional de diseño de carreteras urbanas. Algunos de los beneficios que señalan para las calles completas son: fachadas activas (tiendas, servicios, espacios culturales), mejor iluminación, nuevo mobiliario como bicicleteros, ciclovías, mayor y mejor señalización, disminución de velocidades, y una superficie diversa según el tipo de tráfico.
“Vamos a transformar una de las avenidas más emblemáticas de la Ciudad en una calle compartida para peatones, ciclistas, pasajeros de transporte público y conductores. Tenemos un Plan Futuro para mejorar la calidad de vida de las personas y el tiempo que pasamos juntos, y una calle con más lugar para todos y más verde forma parte de esa Ciudad a la que queremos ir." Juan José Mendez, secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras que por su parte, Felipe Miguel, Jefe de Gabinete porteño, afirmó: "Vamos a seguir sumando ciclovías en avenidas porque se usan mucho, la gente las valora y nosotros apoyamos cien por cien a los que usan la bicicleta. Cada ciudadano que deja el auto y agarra la bici, es una ganancia enorme para todos en la Ciudad”.
